miércoles, 17 de marzo de 2010

Atrapando a Pandora...

Me acaricio la nuca encaramada al brazo del sofá… mirando esta noche que, como otras veces, es más oscura que nunca… me río… muchas noches demasiado oscuras, me digo a mí misma, pero sé que esta no me matará… las que mataban pasaron hace mucho tiempo y las sobreviví… ahora, simplemente, noches como esta sólo me tiran de los pelos… apuro un cigarro que me he fumado sin ganas… notando el pulso temblón… el labio que no para de latir como siempre cuando me pongo muy nerviosa.… notando un buen dolor de piernas que no tiene motivo ni razón… notándome completamente agotada de batería, sintiendo como si me hubieran pateado todo el cuerpo… el cuerpo, pienso… ese mismo que refleja todo lo que le sucede a esta mente mía… a esta centrifugadora industrial que a veces se me despierta dentro haciéndome sentir que me falta espacio dentro de ese cuerpo que me acompaña…

Miro…

Hoy se me ha dinamitado un poquito el mundo de nuevo… creo que por circunstancias que, simplemente, me han abierto la caja de Pandora que logré encerrar bajo siete candados… esa misma que tiene la habilidad de abrirse sola para aturdirme las neuronas y liberar a mis propios fantasmas… la mente es curiosa… su funcionamiento, sus mecanismos… su manera de activar un resorte que permite llevarme a un límite muy peculiar… el de mi propia resistencia… esa que, de golpe, me vacía el saco de optimismo… de valor… de cojones… de ganas… de ilusión…  supongo que todo eso se resume en algo mucho más simple… me vacía la vida de golpe con un giro de muñeca… pasa tan rápido que el impacto es como si me estampara contra una pared… como si me reventara la cabeza contra ella… viendo cómo me corre la sangre ante los ojos y sin espejo para saber el alcance de los daños… cuando eso pasa, siento ese mismo pánico… ese miedo insoportable que te impide respirar con normalidad…

Respiro…

A veces creo que el mundo a mi alrededor avanza mientras yo estoy  metida en cemento hasta las rodillas… incapaz de cambiar mi situación, de avanzar un solo centímetro… no me muevo, sigo en el mismo lugar pese al paso del tiempo… pese a los caminos que ando porque quiero descubrir qué hay al final… da igual… en días como hoy, mi bendita Pandora hace que se me olvide todo lo que he vivido y recorrido en esta nueva vida de gata… es capaz de hacerme sentir completamente inmóvil… se me pasará, había dicho por la tarde… sonrío… sé que siempre es así… pero, mientras logro volver a cerrar esa caja bajo los mismos siete candados que ya le puse, radiografío mi vida de una manera aterradora… escaneándola… mezclando situaciones y sentimientos… con esa sensación espantosa de estar atrapada… por todo y por nada a la vez… como si sintiera que se me asfixia ese alma que hoy ha reseteado su lado pirata… ese lado que, de golpe, se cuestiona si quiere seguir navegando o simplemente poner un pie en tierra… únicamente por cambiar de rumbo… te está pasando lo mismo que a mí hace tres años, escuché decir a esa reina del Plastidecor, y acabé cambiando completamente mi vida… cambiar, siete letras… un verbo interesante que me hace sentir vértigo y desahogo simultáneamente… una mezcla de sensaciones que asustan y abrazan a la vez…

Suspiro…

Miro los tejados que recortan este cielo mío de Madrid y vuelvo a desear poder pegar un salto sobre cualquiera de ellos… hacer lo que haría cualquier gato de los que veo a veces sobre ellos… tiene que ser una sensación increíble, pienso… hoy se me han perdido las sonrisas, mi sonrisa … cultívala, me dijo hace poco un extraño conocido, es de las mejores que he visto y he visto miles… me vuelvo a acariciar la nuca mientras pienso en esa terrible derrota que he sentido hoy… esa que me ha empujado hasta el rincón del ring… ahogándome dentro de ese bloqueo absoluto al que me someten días como hoy… momentos en los que, aunque quiera, no soy… no estoy… tan sólo pierdo el tiempo tratando de encerrar mi bendita caja de Pandora de nuevo… con todos esos fantasmas dentro, con todo eso que hace que me asfixie dentro de mí misma…

Sonrío…

Se me pierde la vista en esos rectángulos encendidos que veo desde mi propio faro… esas otras vidas, esas otras casas… esas otras Pandoras que cada uno atesoramos como parte de nosotros, como parte de lo que somos… a todos nos supera un día u otro la realidad, las circunstancias… soy consciente de no tener la exclusividad de esos momentos… pero mientras vuelvo a tocarme la cabeza mirando al tendido, me doy cuenta de que suceden para que logre hacer estas disecciones mías… para que le vuelva a dar pilas al alma pirata que me acompaña… para que decida hacia dónde virar o dónde echar el ancla... quizás, porque sé que esta década nueva es un capítulo diferente... y, probablemente, dejo escapar a Pandora para que ella y toda la oscuridad que trae consigo me permitan buscar esa luz que se supone que tengo... esa que, para algunos, soy... esa que, simplemente, es la única manera que conozco de vivir pese a mis propias sombras...

No hay comentarios: