viernes, 5 de marzo de 2010

El folio en blanco...

Anochece en este Madrid mío mientras me pregunto qué es lo que me pasa... qué extraño resorte de mi mente se ha cerrado en banda para no dejarme avanzar... el mismo folio en blanco desde hace horas frente a mí demasiadas cosas pendientes de pasarle el fluorescente en la agenda... me voy a piratear o palmo, me he dicho a mí misma mientras cogía el abrigo... no he ido demasiado lejos, apenas un par de calles... las suficientes como para cambiar de paisaje, para poder descalzarme y sentir bajo los pies la hierba húmeda... para desamarrar el barco pirata de ese extraño lugar en el que lleva todo el día... qué me pasa, me pregunto mientras miro por la cristalera de este "Pata negra" que es mi refugio cafetero de los sábados por la mañana... atascada... desconcentrada... bloqueada... te mando eso en cuanto vuelva la musa, han dicho mis dedos en un mail, hoy no sé por donde anda... a veces creo que días como hoy son un ejemplo del síndrome de trabajar en casa... de no tener un espacio definido para trabajar, para cambiar de aires... para salir y tener que volver a entrar... para desear, en suma, llegar a casa y tirarte en el sofá... para añorar, quizás, ese tiempo solo de uno que se tiene al refugiarse entre esas cuatro paredes... refugiarse, lo pienso y me río... a veces la tortilla se da la vuelta y un refugio puede convertirse en una extrañamente familiar jaula...
 
Creo que ese es el problema, me digo mientras sigo viendo cómo cae la noche en ese mundo que se mueve mas allá de la cristalera de este lugar... sintiendo las piernas cansadas después de un día entero sentada delante de un ordenador, enfrentándome a no lograr avanzar en nada que no fuera mecánico... después de un día entero de lucha contra esta cabeza que se va de excursión con una facilidad pasmosa... dejándose llevar por esas nubes que veo solo con alzar la vista... esas que me llevan a otros cielos que fueron parte de mi realidad... cada uno con su propia historia, con su propio álbum de cromos... pero el folio sigue vacío, en blanco... incapaz de llenarse con palabras que digan algo mas allá de las letras... con párrafos escritos que, al releer, no suenan a mí... me angustia sentir semejante vacío de golpe... sintiéndome incapaz de saber qué piensa esta cabeza que hoy parece tener un día de muerte cerebral... que hoy no existe mas allá de este sol que ahora ya es noche... sonrío ronroneando... curioso que haya sido cuando la noche ha caído cuando he empezado a escribir, me digo a mí misma mientras tecleo, nunca pensé que una BlackBerry pudiera resultar tan útil...
 
Pero pienso en el día perdido, en el tiempo escapado... en esta aparente muerte creativa y transitoria que siento hoy... sin ese duende que parece ayudarme a contar cosas en mi propia clave de Fa... miro el calendario de marzo viendo los días vacíos... en blanco, esperando a que los marque con un rotulador... de golpe, siento la angustia más espantosa... la de no saber qué me está sucediendo... la de encontrarme jodidamente perdida dentro de la rutina mas espantosa... sintiéndome de golpe atrapada por ese vacío en la pantalla de un ordenador... sabiendo que, quizás, tenga tan desordenado ahora mismo mi puzzle que no sepa si tirarlo al suelo y volver a empezarlo, o lograr ponerlo en su lugar tal cual está... no sé si eliminar ese folio con frases garabateadas en una pantalla para volver a empezar de cero... de cero, pienso sonriendo, la especialidad de la casa...

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