lunes, 27 de agosto de 2007

¿Dualidad o mentiras?

Cae la noche en Madrid... y yo sigo mirando por esta ventana que me acerca un poquito más a esa inmensa mole de hormigón que es esta ciudad... quizás más que otras veces, me siento sóla... una extraña soledad... pero la necesito para pensar... para aclarar las ideas... para dejar de sentir esa tristeza clavada en la boca del estómago que a veces no me deja saber hacia dónde mirar...
Me pregunto a menudo por la dualidad... las dos caras de la vida... la oficial, la que se conoce, la reconocida... la que todos conocen de ti y que inspira esa maravillosa pero frágil sensación llamada "confianza"... y sin embargo, debajo de esa capa... debajo de ese lado de la moneda... está el otro... el oculto... el disco de Odín que tanto se ansía encontrar está en el día a día... en todas partes... en la monotonía de la vida... y en las personas que nos rodean...

Ese lado desaparecido... transparente... oculto... bañado en las sombras... ese lado que tan sólo llegamos a conocer por casualidad... por equivocación... por despiste... porque a veces simplemente pasan cosas que uno no comprende, ni entiende ni sabe ni nada pero pasan...

Y minan... duelen... queman por dentro... te cierran el alma en un pequeño tupper para esconder al fondo del congelador... ¿por qué no tenemos botón de reset los humanos? sería maravilloso... y los minutos pasan, las horas... la tensión se convierte en tristeza... en pena... en un malestar que sólamente quién lo ha sufrido lo comprende...

Pero miramos atrás... rebobinamos las horas... y nos aferramos a ellas como a un clavo ardiendo... nos volvemos locos... pensamos sin querer pensar... estamos sin querer estarlo... deseamos sabiendo que no debemos... queremos matar la ansiedad aún a sabiendas de que no es posible... y dolemos... sufrimos... penamos... y pensamos... sobre todo, pensamos...

La vida tiene curiosos momentos... está claro... uno de ellos, este mismo... y te preguntas si amanece o atardece... si sale el sol o se oculta...