miércoles, 6 de febrero de 2008

Raptada por el ascensor

Una mañana cualquiera puede convertirse en una pequeña aventura... y si, para colmo, vives en un sexto, la cosa tiene todavía más posibilidades... ese es mi caso... cómo no, pensaréis algunos... y es que mi vida es la de las casualidades, las incidencias y los problemas con los medios de transporte... ¿se puede incluir en este cajón de sastre al ascensor? Aprobado por mayoría, soy la única votante...
13:25- Todo empezó una mañana de miércoles... estaba, cómo no también, frente a esta pantalla de ordenador con la bolsa del gimnasio preparada para salir pitando antes de que el comando Abuela invadiera la piscina... en ese momento, sonó el teléfono... una oportunidad de trabajo a través de la típica comida con amigos de un amigo que puede resultar fructífera... aparqué la idea de pelearme con las señoras de la clase de Acquagim y me dispuse a asistir a la comida... hasta ahí correcto... rímmel, las llaves de casa, las del coche, tabaco, cartera, la bolsa del gimnasio para ir después de comer... todo en orden... tras cerrar la ventana (tengo pesadillas con que la gata salta al vacío), cerré la puerta y llamé al ascensor...
13:35- Lo cierto es que no sé si tardó o no en llegar, sólo recuerdo que con el acto mecánico diario entré y pulsé el cero... las puertas se cerraron y mientras yo iba pensando en mis cosas, en mis argumentos para que los amigos de un amigo contaran conmigo para trabajar... mis sueños se truncaron... entre el 4º y el 3º el ascensor comenzó a bambolearse... y de pronto, tras un breve parpadeo de la luz, se quedó completamente inmóvil... "de puta madre", pensé mientras le daba a la campanita amarilla que supone una chicharra considerable y el grito mudo de "Socorroco"... viviendo en un edificio lleno de gamberros, pasó lo más habitual... el conserje creyó que se trataba de algún gracioso... le di a todos los botones en un intento frustrado porque la maldita caja del ascensor se moviera de piso y pudiera salir... incluso, me entró la risa floja...
13:45- Ahí seguía, atrapada... el conserje no había hecho acto de presencia... comencé a llamar al fijo de conserjería, al móvil del conserje... a todas partes... y entónces, a la altura del 4º, abrió la puerta... "Aleluya!... sácame de aqui"... la promesa antes de cerrar la puerta fue que iba a reiniciar el ordenador de la máquina infernal a ver si reaccionaba... me senté en el suelo esperando que ocurriera... que ocurriera algo, una mínima expresión de que no le habíamos perdido y quedaba la vida suficiente para salir de él...
13:50- "Hola guapa... oye, voy a llegar tarde a comer... no, tia, no... que había calculado de puta madre el tiempo... incluso me sobraba... pero me he quedado atrapada en el ascensor"... la carcajada al otro lado de la línea fue considerable... y me vi explicándole a carcajadas la situación... en ese momento, se apagaron las luces del ascensor... me quedé muda, dos segundos de pánico del de verdad... volvió... "uff" respiré profundo... Dani se seguía descojonando al otro lado... hasta el punto de que no se creía del todo la situación y me vi obligada a enviarle una foto del gran momento... prometi seguir informando...
13:55- Empezaba a dolerme el culo, el suelo de un ascensor no es lo más cómodo para llevar un rato sentadita... Me llega un sms... es el conserje!... qué moderno es esto de quedarse encerrado, te informan de tu situación como Sanitas... pero el mensaje no era tan alentador como "Sanitas informa de que tiene cita"... no... el texto era claro... "el ascensor no responde. He llamado a los del servicio técnico. No saben lo que tardarán en venir"... como un jarro de agua fría... informo a Peke... "lo ves cariño", me dice, "si es que eres gafe! es como cuando vamos al supermercado y nos toca siempre, sieeeempre la cajera más toli"... a Daniela, que se sigue riendo... y llamo a Idoia para informarle de la situación... sabía que ella me iba a entender... como era de esperar, se empezó a despollar... "lo que a ti no te pase"... cuánta razón...
14:00- "Atrapada en el ascensor, esta noche nena es para los dos"... siento un deseo inexplicable de comenzar a cantar... y hago mi propio revival de la famosa canción ochentera a voz en grito... esucho a la gente que sube y baja (benditos sean ellos, los ascensores, que SÍ funcionan...) alucinando... "lo oyes?", "joder, sí... alguien canta...", "pero dónde???"... en ese momento mi garganta gritó "desde otro ascensorr! que llevo aqui más de media hora"... el cierre de la frase ("coño") lo obvié por respeto...
14:05- SMS del conserje... "No te preocupes, no te vas a asfixiar... el aire se renueva constantemente"... genial, lo que me faltaba... una dosis de pánico claustrofóbico era el único ingrediente que no tenía en el asqueroso cajón que hace las veces de ascensor... me río por no llorar... a carcajadas, sí... pensando en si estaré consumiendo demasiado aire... o no, quién sabe... si se renueva, hasta podría encenderme un cigarro (algo en contra de mis convicciones, pero que en estos momentos parece necesario)
14:08- Llamo al conserje... "Jose, hola, soy Fátima... oye, los de Otis te han dicho a qué hora vienen?... ya, es que siendo la hora de comer... ya, pero eso de cerca como cuánto cerca es... vale, bueno, yo espero... creo que no tengo más remedio"... llamo al 112, ya no espero más...
14:15- La luz vuelve a parpadear una vez más, y me quedo a oscuras... me río, de nuevo, no queda otra... se hace la luz y escucho un ruido... "me van a sacar por fin", pienso en voz alta... y claro está, en estas circunstancias, una imagina que un bombero de esos de los calendarios aparecerá descolgándose por el hueco del ascensor... leyendas urbanas, siento defraudaros... en su lugar, aparece un señor al que le debían quedar dos meses para jubilarse... gritando como si no le oyera... abriendo las puertas interiores del ascensor y diciéndome "hay que joderse, chata... no he podido comerme el flan"... ya, como si lo hubiera premeditado, no le jode... me indica que si creo que seré capaz de salir por el hueco que queda a la altura del cuarto... "caballero, no es por defraudarle, pero por ahí no me cabe ni la cabeza"... "bueno, pues vamos a subirte manualmente... Manoooooooooooooooooooloooooooooooooooooooooooooo tira"...
14:20- Y así, mientras Manolo le daba a la manivela (que nadie piense mal, la tecnología no avanza tanto... seguimos usando ruedas y poleas) yo iba viendo la luz... la luz del cuarto, al abuelo de Otis vestido de azul, cabreado como un mono por haberse quedado sin postre... y salí... eché en falta la ovación, la masa congregada vitoreándome por mi valor... y a mis tímpanos, completamente destrozados tras el grito del técnico de mono azul...
Y así, a lo tonto, sin querer, por culpa de un ascensor... perdí mi oportunidad de que el amigo de un amigo me ofreciera un trabajo... me tuve que aguantar a todas las abuelas de Madrid metidas a remojo mientras yo hacía tiempo para poder nadar en paz... subí seis pisos andando durante casi una semana... y, para colmo, aguanté el cachondeo de todo el vecindario sobre mi cautiverio... si es que, como dicen Peke e Idoia, lo que no me pase a mí...