lunes, 11 de marzo de 2013

Cazando a Morfeo...

Insomnio
(del latín insomnium)
1. m. Vigilia, falta se sueño a la hora de dormir


"El insomnio es esa vertiginosa lucidez que convierte el paraíso en un lugar de tortura"
Emil M Cioran

Son casi las siete de la mañana... mirando por la ventana de este improvisado smoking point sobre el brazo del sofá, he visto apagarse luces hace horas... me he visto envuelta por la oscuridad de este enorme patio de vecinos que, para mí, es mi ventana a Madrid... he imaginado a la gente durmiendo en sus casas... he visto volver a encenderse las ventanas, son las siete... para algunos, la hora de levantarse para ir a trabajar... para otros, la hora de dejar de hacerlo... me río... no estoy en ninguno de los dos grupos, sigo despierta desde ayer... amanece un nuevo lunes, uno con demasiado escrito en la agenda para el espacio de papel que es un lunes... miro ese iPhone apagado que no suena... mastico la nostalgia de las noches compartidas a través de una pantalla... pero sigo despierta... soy insomne, lo he sido siempre... pero, en noches como hoy, pesa como una losa...

Hoy es una de esas noches eternas que vivo de vez en cuando pero cada vez más a menudo... una de esas oscuras sin luna por más que la busque por la ventana... me río... cómo no me voy a declarar abiertamente lunática si es la única que me hace compañía siempre en estas curiosas noches en las que Morfeo no viene a buscarme... fumo un cigarro hecho a mano mientras veo cómo comienzan a encenderse más ventanas que eran invisibles hasta hace unos minutos... el cielo empieza a teñirse de rosa por encima de Plaza de España... sonrío... la veo desde la ventana sin verla... la imaginoi como una noche de noviembre en la que me sentí princesa pasando por ella... Golfo se despereza para venir a tumbarse a mi lado... mi riguroso ceremonial de un Nesquik caliente para tratar de dormir reposa sobre la mesa... no sé si ponerme a hacer un broche, aprovechar este tiempo para hacer esas cosas con las manos que tanto me gustan y tan abandonadas tengo... me doy cuenta de que tengo los ojos cansados... pero no se cierran... sonrío, suspiro... pensando en esas montañas mías que le dan paz a mi alma y atan a Morfeo a la pata de la cama para que no se escape... pensando en ese otro lugar en el mundo en el que dormir no se convierte en una batalla sino más bien en una placentera rendición... 

Madrid empieza a despertarse mientras yo sigo haciendo zapping para matar el tiempo... ya he visto ese "Ana y los siete" que me horroriza pero que veo como experimento de hasta dónde puede llegar la producción española... echo de menos ese "Cuéntame" que descubrí en estas madrugadas en blanco a pesar de la oscuridad... no sé las veces que el Señor Alcántara me ha acompañado en mis noches de silencio, regalándome fotos para ese álbum que en parte he vivido y que me hace ilusión recordar... esa otra vida en la que la falta de sueño también me acompañaba pero todo era de un color diferente... del rosa de las paredes de una habitación de Pozuelo en la que crecí... en estas noches en vela, la cabeza se dispara... la nostalgia te quema los labios como cuando apuras demasiado un cigarro... las ausencias desfilan para recordarte que un día se marcharon, para recordarte que siguen sin haber encontrado el camino de regreso... a veces porque la vida termina, otras porque alguien decidió por ti terminar ese capítulo de ella contigo... el silencio te envasa al vacío para estrujar momentos mágicos que he vivido, para devolver a la vida muchas veces a un espejismo de todos esos fantasmas que un día me tiraron de los pelos... apretándote tan fuerte que lo único que puedes hacer es suspirar hondo para poder seguir respirando... 

Son más de las siete, empiezan a llegarme e-mails para darle la bienvenida oficial a un lunes infernal que para mí todavía es domingo... al menos escribo, caliento esta Sopa que siento tan fría desde que una cosa llamada agenda planificó matarme las historias... el grifo gotea, recuerdo esa frase de Bebe de no hay sol que me acueste... pero suena Adele poniéndole fuego a la lluvia, abriendo un nuevo escape de gas a este volcán en erupción de sensaciones que tengo dentro... sonrío pensando en una escala de grises que compartí... Morfeo sigue sin dar señales de vida, no hay doble check en su whatsapp... me río por no llorar... miro con miedo ese rotulador rosa fluorescente que tengo sobre la mesa... ese que me descarga el peso de los hombros, ese que mañana que ya es hoy va a pesar como un plomo...

Son casi las ocho y sigo despierta... pensando sin querer hacerlo para no ponerme más nerviosa en todas esas cosas pendientes que hacer... todas esas obligaciones para un día que, a pesar de todo, para mí continúa siendo noche... sigue siendo domingo en este barco pirata... y sí, ahora comienzo a sentir sueño... pero así es cómo Madrid me dice que es hora de levantarse...



Fotos | facimadevilla