jueves, 28 de junio de 2012

La noche que intenté ser mariposa...


En esta noche de luna creciente, he invocado al espíritu de otra vida de gata… con Bebe sonando como lo hacía hace ya tantos años que me da vértigo pararme a contarlos… con una copa de vino tinto y frío sobre la mesa marcándome un camino que sólo sé que me lleva a estar sóla conmigo misma… una compañía que, en esta noche como en otras de hace mucho, necesito más que ninguna otra… yo, mí, me… conmigo… una luna creciente se asoma por mi ventana… tengo el escenario perfecto, pienso… sonrío… perfecto, ocho letras… esa gran quimera del ser humano, ese gran imposible que hace posible que la vida sea algo más entretenida o tortuosa… hoy tengo uno de esos días de resaca de emociones… de cortocircuito en la cabeza, de un base y un neutro que hoy se han juntado para dispararme la mente… para rebobinar y volver a ver a toda velocidad recuerdos… fotos de esas que sólo yo tengo en el álbum de mi mente, palabras… silencios, muchos silencios… una amalgama de sensaciones que ahora mismo sólo pueden empujarme hacia la metamorfosis… hacia esa que, de vez en cuando, todos necesitamos para no sentir que nuestro propio mundo nos absorbe… para evitar que nos desvanezca, que nos robe la magia que tenemos… sonrío… qué ironía, pienso, magia… querer con la magia de un adolescente, dije anoche sin siquiera pensarlo, pero con la madurez de un adulto… un curioso tándem que, a día de hoy, no sé cómo se pedalea…

Hoy he vuelto a tirarme sobre la mesa de quirófano para dejar que me destripe mi propia piel… mi propia vida… para sentir las tijeras rasgarme el cuerpo hasta hacer que la sangre lo empape todo… lo he hecho voluntariamente, permitiendo abrir esa enorme caja de Pandora que muchas veces trato de enterrar en este barco pirata… ausencia, una pantalla de teléfono que se traga las palabras… demasiadas cosas en la agenda, demasiados grillos corriendo por el salón y tirándome de los pelos… bebo despacio… sonrío… apunto en mi lista de virtudes mi incapacidad absoluta de abrir una botella de vino, haberme visto peleándome con un corcho en la cocina sin poder permitirme rendirme… hoy no… tienes tendencia a culparte de todo, escuché que me dijo esa ratona que es el alter ego de lo que soy… culpa, error… fallo… suena ese sonido de los concursos, espero a una próxima sonrisa sin respuesta… maldito el día de un precioso recuerdo, leo de pronto sin querer haciendo un barrido por esta sopa que supone mi vida… he logrado llorar… necesitas convertirte en mariposa, leí hace sólo un rato… puenteando con una tranquilidad pasmosa esas pequeñas heridas que me lamo pero que no me duelen ya tanto... soñando con esos pequeños pedazos de vida que a veces nos inventamos para sobrevivir... sabiendo que, sin ellos, estamos simplemente perdidos..

Hoy he logrado estar más cerca de serlo… y no siento tristeza, creo que sólo era una necesidad absoluta… la de estar sola, la de llorar… la de plantearme si este barco pirata no ha perdido el rumbo, planteándome si se me ha caído el parche del ojo… hoy he vuelto a leer una ternura única que no esperaba ya, esa que me recuerda que el verbo "adorar" puede conjugarse hacia mí... hoy he vuelto a leer ruidosos silencios… al menos, a pesar de todo, he logrado abrir las alas… y no sé si vuelo, pero sé que puedo…