domingo, 27 de abril de 2008

Tú... todo... nada

27 de abril. Y la vida ha cambiado. Hace sólo un mes, comentábamos una noche que era curioso que siguiéramos juntos después de todas las cosas que nos habían pasado... y llegábamos a la conclusión de que no podíamos estar separados... y ahora... ahora simplemente compartimos un salón... un "hola" y un "¿te vas?"... no quedan palabras bonitas entre nosotros... no quedan miradas... todo se ha cubierto de una capa de odio... y yo no puedo hacer nada salvo apoyar lo que haces... tratando de sonreír y de aparentar tranquilidad... pero nerviosa... viéndote... sintiéndote tan lejos... pese a estar tan cerca... no hay nada que quieras escuchar de mí... y eso me duele... me arde por dentro... aunque cada día que pasa, creo que es una tortura más... una gota más que colma este vaso... nos ha sobrado este mes viéndonos... haciéndonos daño... alimentando ese odio que sientes ahora por mí... o que siento que sientes... lo que más me duele es que algo tan bonito se haya quedado reducido a cenizas... que hayas decidido dejar de luchar... has abandonado... pero es tu decisión...

Que tienes que empezar tu vida de cero... que tienes que sacarme de tu vida... y me pregunto dónde ha quedado lo que teníamos hace un mes... qué ha pasado con eso... cómo has cambiado tanto en tan poco tiempo... cómo has podido dejar de sentir en 30 días que soy la mujer de tu vida... ¿por qué?, ¿qué ha ocurrido para que de golpe todo sea tan terrible? veo las fotos que hay en casa... y te veo sonreír de una manera... que es la única con la que puedo recordar que has sido feliz... que al menos eso sí lo teníamos... aunque ahora no sonrías, aunque ahora no te vea ese brillo en los ojos que tenías hace tan poco tiempo... ojalá me hubieras dicho lo que te quemaba... ojalá me hubieras pedido marcharnos de aquí... me habría marchado contigo si el futuro era una vida en la que estuvieras mejor... ojalá yo no hubiera decidido ponerte tantas tiritas para que las cosas no te dolieran... sólo espero que algún día te dés cuenta de todo eso... no te quiero decir adiós, pero ahora mismo es la única solución que me propones...

Y lo peor es que apoyo tu decisión... que entiendo lo que tratas de decirme... pero no comprendo que necesites alejarte de mí tanto como puedas... no lo comprendo... no si es para siempre... pero así será... tú lo has decidido, yo lo he respetado... y si es así, ¿por qué duele tanto?, ¿por qué me duele pensar en no saber de ti ni de cómo te va? Lo siento, pero yo no puedo decidir que ya no existes... y si ayer me preocupabas y me dolías, sé que lo vas a seguir haciendo... aunque no haga por saberlo...

Pero tengo que alzar el vuelo... guardar la ropa junto a los recuerdos... no someterme a esta situación... no quedarme paralizada en ti... en lo que era todo... y ahora no es nada... absolutamente nada... y sé que lo conseguiré, cariño... lo sé...

Una vez me dijiste, molesto, que no hablaba apenas de ti en este blog... ¿no te dabas cuenta de que todo lo que había en él era porque tú estabas a mi lado?, ¿y que todo lo que quería decirte a ti lo hacía sin necesidad de escribirlo aquí? La pena es que ahora no quieres escuchar mis palabras... y que la única solución que tengo es lanzar mis palabras al viento... sin enfrentarme a tu frío... sin tener que ver esos ojos que, siendo los mismos, ahora mismo siento tan diferentes... antes no me hacía falta escribir aquí de ti... ahora, es la única manera de hablarte... aunque no lo leas jamás...

Vuela... vive... sé feliz... y encuéntrate... yo no voy a hacer menos... y si tú has optado por luchar contra ti, eso tendré que hacer yo también... soy fuerte, como tú me dijiste cuando te mendigué que me abrazaras... y pese a que no comprenda por qué tanto amor se queda aquí, te demostraré que puedo vencerlo...


viernes, 25 de abril de 2008

Mi regalo de boda...

Ha sido colgando el teléfono... cuando me he dado cuenta... hace once años que nos conocemos... once... tantos que han pasado tan rápido que parece que fue ayer cuando te fuiste de Madrid... asustado... por la novedad... despidiéndote en el aeropuerto con un cuaderno de bitácora como regalo... para que me contaras todo lo que no podía ver en ese viaje... todavía me pregunto si habrás llegado a escribir algo en él... te esperaba allí una vida mejor, ¿quién se lo iba a decir a ese chico que en el 97 sólo podía pensar en Asturias?... a ese chico casi niño que el segundo día de la facultad se convirtió en mi incomparable compañero... ese con la que se podía hacer un trabajo en Torrelodones o salía de fiesta... o me pasaba largas tardes simplemente hablando en eso que para ti era un hogar y que se convertía una ratonera si éramos más de tres... el mismo que un buen día decidió no dejarme fumar en su casa y tenía que salir al pasillo... ese que vivía encerrado dentro de sí mismo... que se pasó tercero de carrera sin querer salir prácticamente de casa... a ese con lo que lo más fácil era pasarse un buen rato riendo... pero de golpe, simplemente, desaparecía... y cambiaste, poco a poco... una vez recuerdo que me dijiste que yo había logrado ese cambio... que te había empujado a salir de ese capullo... y eso me gustó mucho porque pensé que la intención estaba cumplida...

Eras ese chico que dejaba en el server de la universidad una carta de desamor... un acto calculado al milímetro... ese que tenía por El Arriba su segunda casa... al que le gustaban las canciones de Juan Luis Guerra en el coche de vuelta de la Universidad... que se emocionaba una noche de Tocados cuando le decía "estoy orgullosa de ti" porque fue capaz de hablar en público como si fueras un auténtico presentador... recuerdo el miedo que eso te daba... eras la persona con la que más me he desahogado cuando me dolían las cosas... el que me decía las cosas que no hacía bien con total tranquilidad... el amigo con el que pedir un chino un domingo y ver la película más absurda de la tele sin decirnos nada... el amigo que para sacarme de mi tristeza me llevó una noche entre semana a La Granja... y que al día siguiente dejó a toda la oficina en la calle porque se quedó dormido y tenía la llave... al amigo que me dijo en las fiestas del PC "eres la sombra de la Fátima que yo conocí" para abrirme los ojos... el único amigo que sabía que estaba enamorada de Peke... el encargado de decir los lunes al grupo de amigos en la Universidad si yo había ligado o no el fin de semana...

Ahora eres ese amigo del alma que vive lejos... al que sólo veo una vez al año y apenas horas... ese que, en su momento, me contó una noche antes de Navidad lo que le estaba pasando... que se había vuelto completamente loco por una mujer.. que estaba viviendo uno de los momentos más complicados de su vida... pero que lo hacía esperanzado... así, con dos botellas de vino y en la puerta del hotel donde dormían sus padres, te desahogaste... ¿cuántas veces antes lo habría hecho yo?... y Nela llegó en dos llamadas esa misma Navidad... llegó siendo una extraña y pronto se convirtió en una parte más de mi vida... llegó con todo el miedo que tenía a que te hiciera daño y se quedó en tu vida como una sonrisa...

Y ahora... ahora estás casado... por el motivo que sea... pero lo estás... y me da pena no haber podido acompañarte... me da pena no haberte visto, no haber podido ver a Nela... no haber compartido eso contigo... pero quizás, en este momento de mi vida tenía que ser así... no sé si podría sonreír en tu boda cuando mi vida aquí cambia cada día un poco más...

Pero soy feliz por vosotros... soy feliz porque has encontrado a la persona que querías... a la que necesitabas para que tu vida fuera completa... porque tanto tú querías dar ese paso con ella como ella quería decirte sí... soy feliz porque Nela es quién es, porque te entiende y porque te quiere... y soy feliz porque tú lo eres con ella...

Te deseo que lo mismo que sientes ahora lo sientas siempre... que ese amor se haga cada día más fuerte... que nunca tiréis la toalla pese a los problemas que tengáis... que sigáis al pie del cañón... y que os podáis hacer viejitos el uno al lado del otro...