
Quizás sea porque no me gustan los números pares, así es... pero curiosamente nací en un impar y cumplo impares en año par... paradojas de la vida... este año se repite la película: nací en jueves, y cumplo en jueves... el día de la semana al que todos le achacamos estar en medio... ya ves: no tenía yo otro día en el que ver el mundo...
Tan sólo 48 horas me separan de una realidad imparable... cumplir años... cumplir un par que me acerca todavía más a ese otro par que tanto me aterra... ríete si quieres al leer este extraño miedo, qué le vamos a hacer... a otros les da por las arañas y a mí por los años... a lo mejor es porque mi vida es sustancialmente distinta a la que imaginaba, cuando era pequeña, al pensar en los 28... quizás sea porque tengo grabado que ya no comparto ese día especial con una persona especial que, ríete de las coincidencias de la vida, volvió a la tierra un 25 de octubre... quizás sea porque los recuerdos y la melancolía a veces empañan la vista... y te hacen mirar las cosas de manera distinta...
28 años... y sigo como estaba... con más arrugas y la mente más clara, sí... con más achaques y más picardía en la maleta, también... pero es curioso: me siguen haciendo daño las mismas cosas... se me sigue clavando un aguijón cuando alguien en quien confío me la juega... o cuando me desilusionan las situaciones, las personas, las empresas... me sigue doliendo ver las fotos que manda Alexia de Mozambique, con esos niños tan preciosos y tan abandonados por los países del globo superior del mundo... me sigue doliendo ver que la gente no se entiende hablando... que sigue habiendo estúpidas guerras que matan, mellan y acribillan países... me sigue doliendo la hipocresía, la mentira... que gente a la que quiero desaparezca de mi vida... me duelen los secretos, las palabras que callamos, las que a veces decimos...
Pero pese a todo, sigo viva... y me hace vivir mi gente, mis amigos, mi pequeño... los días de sol... las tardes de playa... el paseo desde el bar de Álvaro hasta mi casa... ver a los patos de Carmen en el río... una conversación en la cola del pan... reirme con mi hermana por cualquier gilipollez... las interminables conversaciones con la rubia en las que no hablamos de nada en particular... las idas y venidas del dragón... las viejas que me increpan en el gimnasio por "atosigarlas"... las visitas, las sorpresas, las despedidas y hasta ese odiadísimo "adios" que procuro no pronunciar... el pasado, las historias, los recuerdos... incluso la melancolía... cada cena con gente a la que quiero... cada noche de fiesta en la que he visto amanecer... cada cena de chicas en casa de Paula... cada libro que he devorado en apenas horas... cada historia que, sin ser mía, he vivido contada de la boca de mis amigas... la cara de Irene y Marcos mirando a su recién nacida Paulita... cada uno de los pocos ratos con Sandra... los "viajes pueblo" con María... los cafés con Anita, Silvia, Isa... y se me quedan muchos más en el tintero, eso seguro...
Llevo muchas cosas en la maleta, eso está claro... cada día, cada año alguna más se une... y en el fondo, no lo voy a negar: me encantan las cosas extrañas que me ocurren porque me recuerdan que sigo ahí, respirando cada día... pasándolo mejor o peor... pero aprendiendo... quien diga que en esta vida no le queda nada por aprender ni siquiera ha terminado la primera lección.
Tan sólo 48 horas me separan de una realidad imparable... cumplir años... cumplir un par que me acerca todavía más a ese otro par que tanto me aterra... ríete si quieres al leer este extraño miedo, qué le vamos a hacer... a otros les da por las arañas y a mí por los años... a lo mejor es porque mi vida es sustancialmente distinta a la que imaginaba, cuando era pequeña, al pensar en los 28... quizás sea porque tengo grabado que ya no comparto ese día especial con una persona especial que, ríete de las coincidencias de la vida, volvió a la tierra un 25 de octubre... quizás sea porque los recuerdos y la melancolía a veces empañan la vista... y te hacen mirar las cosas de manera distinta...
28 años... y sigo como estaba... con más arrugas y la mente más clara, sí... con más achaques y más picardía en la maleta, también... pero es curioso: me siguen haciendo daño las mismas cosas... se me sigue clavando un aguijón cuando alguien en quien confío me la juega... o cuando me desilusionan las situaciones, las personas, las empresas... me sigue doliendo ver las fotos que manda Alexia de Mozambique, con esos niños tan preciosos y tan abandonados por los países del globo superior del mundo... me sigue doliendo ver que la gente no se entiende hablando... que sigue habiendo estúpidas guerras que matan, mellan y acribillan países... me sigue doliendo la hipocresía, la mentira... que gente a la que quiero desaparezca de mi vida... me duelen los secretos, las palabras que callamos, las que a veces decimos...
Pero pese a todo, sigo viva... y me hace vivir mi gente, mis amigos, mi pequeño... los días de sol... las tardes de playa... el paseo desde el bar de Álvaro hasta mi casa... ver a los patos de Carmen en el río... una conversación en la cola del pan... reirme con mi hermana por cualquier gilipollez... las interminables conversaciones con la rubia en las que no hablamos de nada en particular... las idas y venidas del dragón... las viejas que me increpan en el gimnasio por "atosigarlas"... las visitas, las sorpresas, las despedidas y hasta ese odiadísimo "adios" que procuro no pronunciar... el pasado, las historias, los recuerdos... incluso la melancolía... cada cena con gente a la que quiero... cada noche de fiesta en la que he visto amanecer... cada cena de chicas en casa de Paula... cada libro que he devorado en apenas horas... cada historia que, sin ser mía, he vivido contada de la boca de mis amigas... la cara de Irene y Marcos mirando a su recién nacida Paulita... cada uno de los pocos ratos con Sandra... los "viajes pueblo" con María... los cafés con Anita, Silvia, Isa... y se me quedan muchos más en el tintero, eso seguro...
Llevo muchas cosas en la maleta, eso está claro... cada día, cada año alguna más se une... y en el fondo, no lo voy a negar: me encantan las cosas extrañas que me ocurren porque me recuerdan que sigo ahí, respirando cada día... pasándolo mejor o peor... pero aprendiendo... quien diga que en esta vida no le queda nada por aprender ni siquiera ha terminado la primera lección.
2 comentarios:
Herendia escribió esto:
"Desde estas tierrucas que no son las mías, y con un día de retraso, quiero felicitar su cumpleaños a una FORERA, (con letras mayusculas) , que cumple años pares en un día impar.
No te vengas a bajo por cumplir esos benditos años. ¿que son muchos? ¿comparados con qué?.Te diré que sólo es mayor, aquel que quiere serlo.
Reitero mi felicitación acompañado de un fuerte abrazo.
Herendia
Feliz cumpleaños lucero y tornasol, que nunca te falte el sol ni una luna a la que contar los sueños.
Benditos años, melancólica inocencia,solo es mayor quien ya no es capaz de recordar que es ser un niño.Espero no le moleste que aunque no sea capaz de recordarlo, no deje de querer serlo.
Publicar un comentario