sábado, 1 de noviembre de 2014

El aire de las castañas...

Todo era de los otros y de nadie, hasta que tu belleza y tu pobreza llenaron el otoño de regalos
Pablo Neruda

Por estas fechas del año, aquí se vive un peculiar fenómeno... el aire de las castañas lo llaman... un aire que marca el otoño, que hace que la gente quiera dejar este mundo... un aire cálido que conocí hace muchos años a través de un mail... un viento cálido que siento ahora mismo acariciándome la piel... como si me pidiera que me olvidara de que el invierno está a la vuelta de la esquina...

El aire de las castañas me sabe inevitablemente a nostalgias, no sé explicar por qué... acompaña a cortos días de sol y cielo azul que se hacen noche demasiado pronto... es la banda sonora de un Octubre en el que cada año cumplo un año más, el viento que me recuerda que queda un año menos... con este aire, llega la caída de las castañas... la música que se oye en los bosques, el olor de una casa la primera vez que fui... recuerdos, benditos regalos de la memoria... nos acompañan como el mejor tesoro que tenemos pero también nos recuerdan ausencias... este aire de las castañas sabe a eso... a echar en falta...

Cada vez que sopla, el calor lo invade todo... convirtiendo las noches en ratitos al aire libre, como si con este aire pudieras robarle un pellizco al invierno... quizás la calidez de este aire hace que extrañe ese tiempo que no tengo para tantas cosas en mi día a día... creo que es la responsable de pasarle revista a aires pasados, la que me obliga a darme cuenta de que hay que pensar en presente... 

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