"Se despidieron y, en el adiós, ya estaba la bienvenida"
Mario Benedetti
La vida chasca los dedos y te deja tiritando…
Tratando de saber por dónde te han dado esa puñalada por la que se te escurre la esperanza…
La misma herida por la que, de pronto, entra la realidad… arreándote de frente en la cara…
Tratando de saber por dónde te han dado esa puñalada por la que se te escurre la esperanza…
La misma herida por la que, de pronto, entra la realidad… arreándote de frente en la cara…
sin piedad...
dejándote completamente anestesiada...
haciéndote tomar conciencia de que el tiempo se escapa…
de que esa despedida que aceptas pero no entiendes está cada vez más cerca…
dándote cuenta a la fuerza de que, de pronto, vas a tener que aprender a conjugar en pasado los recuerdos… los sentimientos… las carcajadas…
los años…
haciéndote tomar conciencia de que el tiempo se escapa…
de que esa despedida que aceptas pero no entiendes está cada vez más cerca…
dándote cuenta a la fuerza de que, de pronto, vas a tener que aprender a conjugar en pasado los recuerdos… los sentimientos… las carcajadas…
los años…
Descubres que, quieras o no, te has hecho un poco más vieja en apenas unas semanas… sin poder tapar las canas por más que lo intentas, sin poder hacer más que rendirte y estremecerte cada vez que suena el teléfono… con cada “sigue dormido” que hemos escuchado a lo largo de unos días que, de pronto, eran tan infinitos como fugaces…
De pronto, una palabra de solo cuatro letras me parece jodidamente demoledora… papá, papi… la escucho, la digo… la siento y la mastico… la lloro sin darme la licencia de realmente de hacerlo… como si no debiera partir en dos mi alma y decir abiertamente que, de pronto, me siento sumamente indefensa… pequeña… parada en el tiempo… que me veo buscando vídeos en el teléfono para oír de nuevo una voz que ahora mismo mi cabeza no me permite recordar aún sabiendo perfectamente cómo es…
De pronto se ha hecho demasiado pronto… para decir adiós… para sumar veintiunos de febrero y martes de Carnaval… para ver envejecer, para contemplar desarmada cómo el padre que yo conocí iba desapareciendo día a día y no poco a poco…
Para darme cuenta de que una parte de mi corazón se ha roto... que he quemado otra de mis vidas de gata y que, de pronto, quizás ya sea demasiado tarde…
Imagen | FaCimadevilla en Instagram
13 comentarios:
Precioso
Sin palabras… Sello Fátima en cada palabra. Es tan precioso, como desgarrador, como la vida. Te quiero♥️
Precioso como todo lo que escribes, cómo todo lo que eres... Abrazos infinitos. Anaïs
Tan sólidamente real...tan bonito!! Me encanta como escribes Fatima.
Como te entiendo.😔 Un abrazo enorme.
Lo mantendrás vivo en tu corazón, así, sin esfuerzo alguno. Y de repente, de tanto en tanto, con un recuerdo, una frase, un paisaje, un lo que sea, tu corazón palpitará tan fuerte que sabrás que es él y que sigue contigo. Siempre.
Chulísimo,me puso la piel de gallina,un abrazo
❤️
Lo siento mucho aunque no pude vernos cuando quede ,por.....te diré .Me recuerdo de tantas risas en el pueblo ,cuántas charlas ....y lo que presumía de primo guapisimo.Tambien recuerdo los tarros de Nescafé que nos mandaba el abuelo antes de volver para España ,desde Colombia por navidad. Aunque no te he visto vienes de una sangre especial por todos los lados . Un abrazo💏😘
😢
🤍
Volver el dolor una poesía, desnudar y desgarrar tu alma en cada palabra, intentar hacer catarsis a un dolor que aprieta tus entrañas ..... te siento en la distancia y no puedo hacer más que enviarte mi amor, en palabras que no se si alcanzan a expresar mi tristeza y solidaridad.
De unos padres GRANDES UNA HIJA EXTRAORDINARIA..... Sois así por algo que no acaba nunca se llama AMOR de una familia extraordinaria que nació.... Y creció en ese AMOR QUE NO ACABA NUNCA.
Publicar un comentario