miércoles, 25 de julio de 2007

La noche del perro

¿Cómo algo tan pequeño puede hacer tanto ruido?, ¡te quieres callar! media vuelta, las sábanas están empapadas, no soporto el calor de agosto... y si pongo el maldito aire acondicionado, me quedo sin voz... de coña...
¡Cállate ya! ¿será posible? Y digo yo, a esta distancia si le tiro un huevo... pero vamos a ver, reina, no va a llegar ni para caerle encima a la china... La gente debería ser más responsable... es que la peña es acojonante, de verdad, no hay respeto...
Coño, si es que son las cuatro de la mañana... es acojonante... ¡y no se cansa! no se quedará afónico el tio... no hay manera, es incansable el hijo de perra... eso ha tenido gracia... madre de dios, me lo tengo que montar de manera que el próximo agosto pueda dormir con manta... Virgen del Pontón! si es que así no se puede vivir... y mañana, ya ves, más calor... qué coñazo madrugar... a estas alturas de año, no debería estar permitido trabajar... ¿y la semana que me falta? vaya tela... que sí, que es un feo... de verdad, si es que ni en una sauna... orientado al sur, con mucha luz... no, si la habitación es una gloria en invierno, pero en verano... bendito sur... bendita luz...
Vaya tela... de verdad que ya no sé qué hacer... ¿y si bajo? si es que está todo el mundo gritando por las ventanas... y no hay manera... ¿Silbando?... silencio... ¿otra vez?... ¡cánsate ya coño!... y mañana a volver a cambiar las sábanas... y volver a la oficina... ¿por qué sólo tenemos un mes de vacaciones al año? si es que no es sano... y sigue, y sigue... como las Duracell... dura y dura... ¡será cabrón!...
Si es que ya son las cinco de la mañana... no hay derecho... ni el conserje puede hacer nada... ¿y los dueños, dónde están?, ¿cómo demonios no puede enterarse de la serenata nocturna? y, lo que es peor, ¿cómo algo tan pequeño puede hacer tanto ruido?... es increíble... 20 kilos, no más... pero incansable, sin duda... el tamaño no es proporcional a su insistencia... sin duda... mañana verás el careto... un post-it arregla esto... mañana sin falta se lo pongo en la puerta, desplegable si hace falta... o un filete con lexatin para calmar a toda la tropa montada de Canadá... si le llegan a haber dado alguna droga no aguantaba tanto, tiene más energía que un bakala... una noche entera... en vela... a este paso hasta puede que acabe ladrando yo...

Quiero agradecer la inspiración para este relato al pequeño cocker hispaniel de mi vecina polaca que trabaja por las noches y lo deja salir a la terraza después de haberle sumistrado la dosis de Ginseng permitida en un día para un gorila blanco de 200 kilos.
Un animal adorable, sin duda. Y el perro, una pobre víctima.

A mi vecina "la china"... por su siempre silenciosa permanencia en el piso de abajo... por esas mañanas haciendo fen-shui a menos 12 grados a las 7:30 de la mañana... por estar siempre cuando se me caen las pinzas del tendedero dispuesta a salir corriendo...

A Peke por compartir el martirio a 200º C.

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