sábado, 9 de noviembre de 2013

Las manos de Isaura...



En sus manos, el mundo se ve desde otra perspectiva... a ras de suelo, mirando el parquet de su habitación... mientras, el tiempo se detiene entre contracturas, agujas de acupuntura y aceite de rosa mosqueta... tumbada sobre el suelo, ella sentada a mi lado... el mundo de Isaura es una burbuja de dolores y caricias, de alivios y palabras... es un tiempo compartido con ella en el que sus manos deshacen nudos mientras sus palabras deshacen otros... la veo por el rabillo del ojo... cuando sonríe, se le achinan los ojos... unos que brillan horrores, unos que demuestran su increíble valentía de plantarle cara al mundo... si volviera a nacer pediría volver a tener la enfermedad, me cuenta entre confidencias confesables... no puedo dejar de admirarla desde que la conocí... el mundo de Isaura se vive desde una silla de ruedas desde que una enfermedad la sentó en ella... una enfermedad que perdió la batalla el día que ella decidió ganarle la partida... una victoria que demuestra diariamente ya no solo por su forma de vivir sino por su afán por llegar incluso más lejos que sus ruedas... vengo a que hagamos juntas el cursillo acelerado de decir no, le dije al entrar en su casa... se reía, sonreía... como siempre... con ese carácter que es azúcar y limón simultáneamente... con esa increíble generosidad de no saber decir que no incluso en contra de sí misma...

Las manos de Isaura se me clavan en la espalda tocándome dónde más me duele, sus palabras también me tocan los nudos... desnuda sobre su suelo, me desnudo todavía más... dejando caer a veces lágrimas, riéndome a carcajadas en otras ocasiones... sintiendo mucha paz incluso a pesar de que me está clavando un dedo dónde más de duele... Isaura te cura el cuerpo y te pone una tirita en el alma... con dureza, con dulzura... de la misma manera que te quita los nudos musculares... su voz es de una manera y tiene un vocabulario cuando te habla la amiga, su voz es completamente diferente cuando te habla como profesional... irremediablemente, tienes que confiarle tu espalda y tu vida... porque, en alguna parte de esas manos, tira de tu existencia para que te quedes en pelotas... para que no sientas pudores ni vergüenzas, para que los dolores duelan menos a pesar de la resaca que deja cada encuentro con ella...  ella sonríe con la mirada, a veces te abraza solo con cómo te toca la espalda... pero siempre te despide con una sonrisa...

Es curioso, hace todo eso con las mismas manos con la que lleva adelante su vida... con las que comunicó que se iban ellas y ella de vacaciones... unas manos que son más que manos, que hacen más que curar... que tienen una magia que va más allá de lo que aprendió en un aula de Fisioterapia o de Medicina... sin darse cuenta, con cada giro de manos y de rueda, llega un poco más lejos... un poco más dentro... cambiándote un poco mientras miras el parquet de su habitación... mientras compartes tiempo con ella sin apenas verla... mientras te descansan la mente y el alma... ella no es consciente pero, con cada sesión, es capaz de deshacerte los fantasmas... de apaciguarte los dolores... de coserte un poco más de vida...

Foto | facimadevilla

No hay comentarios: