miércoles, 29 de febrero de 2012

Antagonismos: cuando alguien se va de tu vida y otra viene...



Antagonismo 
Dícese de conceptos contrarios, opuestos. Rivales


Cuando alguien se va de tu vida, algo de ella cambia... se desmembra, se rompe... se transforma en una herida que, con el paso de los días, duele de distinta manera a pesar de seguir doliendo... subía la calle pensando en ello después de una noche cumpleañera de reencuentros y descubrimientos... después de comprobar que, a pesar de todo, esa persona que se marchó es capaz de plagar los pensamientos de una noche entre amigos... entre recuerdos de otros cumpleaños, noches pasadas, lluvias en pantalla y ganas de vivir frustradas... pisaba el suelo de Galileo recordando cómo apenas tres líneas habían cambiado esa manera de salir de casa... embarazada, leí en una pantalla... no me sorprendió la noticia, tengo que confesarlo... a veces creo que realmente eres bruja, escuché que me decían... sonreí con un poco de lástima... en el fondo, sabía que esto sucedería más temprano que tarde... no me entristeció la noticia sino, más bien, la manera de enterarme de ella... antagonismos, pensé, una vida se va y otra llega... supongo que no me apena lo segundo, supongo que tan sólo me duele lo primero a pesar de todo...

Rebobiné en mi propio pasado para pensar en una noche de verano... en una conversación nerviosa sentada en una escalera... en una sorpresa, un difícil cruce de caminos... en esas confesiones tan comunes con quien, a pesar de no serlo, consideraba sangre... te has preocupado por ella más que por tu propia hermana, me dijo una vez mi madre sin un ápice de reproche... tan sólo, como un comentario... un auténtico bálsamo en el corazón en un momento en el que, a pesar de no querer, algo de él se me despegó... uno que llegó para envolverme y recordarme que, a pesar de todo, hice lo que sentía que tenía que hacer... la gente que te quiere es la única que te dice la verdad, leí una vez... sonrío... quizás a veces no hay que ser tan franca, me digo... quizás a veces simplemente no todos encajan esa franqueza, me planteo... 

Sigo pensando en esa vida oculta... en esa que no he podido compartir porque de manera oficial no sé que existe... en esa que esa hermana que se marchó de mi vida a pesar de mis intentos de que regresara decidió no compartir, en esa que ni siquiera quien sabía se molestó en comentarme... como si la ausencia fuera un premio, como si el silencio se convirtiera en la más dulce de las victorias... suspiro... quizás mi gran pecado haya sido la franqueza, me digo en esta noche en la que no sé si reír o llorar... quizás mi gran pecado haya sido únicamente proteger, pienso mientras veo una luna sonreírme en el cielo... mientras me pregunto cómo se hace para borrar el haber querido, el haber deseado compartir felicidades en lugar de lágrimas... cómo se hace para que, a pesar de esas heridas que me hizo la honestidad, pueda seguir siéndolo sin temor a salir herida... a resultar desbancada de las buenas noticias, de las vidas que vienen... de las que se desean, de las que se buscaron... de las que crecen desde hace meses en silencio, en esa otra vida paralela en la que resulté nominada y tuve que abandonar... o en la que me abandonaron a pesar de un respeto que defendí durante años, a pesar de mi ausencia de juicio incluso cuando me quemaba en la punta de la lengua... a pesar, tan sólo, de intentar ser sólo esa que sujetaba fuerte una mano que creció conmigo... esa que sujeté en los momentos que me necesitó, esa que creí que estaría conmigo como lo había estado siempre...

Una vida viene mientras otra se fue... dile que la echas de menos, me susurró ese compañero de vida que viaja conmigo... creo que ya se lo he dicho, contesté apretando las mandíbulas para evitar sentir que esa herida de una noche de noviembre se me volvía a abrir... para evitar pensar que, después de la ausencia, sólo me quedaba una noticia esperada contada por otra boca distinta a la que esperaba... sintiendo una esquirla de escarcha clavárseme en el alma, sintiendo que quizás estoy mucho más lejos de lo que creía... 

Pongo la ausencia y la vida en la balanza... el pasado y el futuro... la herida y la alegría, el silencio y la sorpresa... supongo que, en cualquier caso, estoy en el platillo menos pesado de la balanza... respiro... la vida es así, me digo... lástima que sea así, me contesto... lástima que el camino por andar sea sin sujetar manos adultas, sin acariciar manos pequeñas... sin compartir, sin vivir... todos elegimos, pienso, quizás yo no forme parte de esa elección...

No me vuelve loca esta canción, lo reconozco... pero la he recordado porque esta noche se me antoja el mejor mensajero... "cuando un amigo se va", dice, "una estrella se ha perdido, la que ilumina un lugar donde hay un niño dormido"...
En esta extraña noche marciana de final de febrero, brindo por las vidas que vienen y las que se van... por los caminos que se detienen y los que continúan siendo caminados...





Foto | Anne Geddes

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Suena triste. Vida vieja y vida nueva, eso sí que es antagonismo.
Ánimo. Nunca se sabe por donde van los caminos.

Anónimo dijo...

La familia es familia por siempre, a veces los caminos por razones se separan, pero se vuelven a unir...