"Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas
inconstantes, ese montón de espejos rotos"
José Luis Borges
Dónde se van los recuerdos, me pregunté mirándola a los
ojos… a dónde se marcha lo que has vivido de pronto, dónde se pierden las
sonrisas cálidas… las miradas claras y auténticas… eres una bendición, me dijo
mirándome con tristeza, el día que naciste fue una bendición… lo decía como si
estos años se le hubieran escapado, como si estos más de treinta años vividos
se le hubieran pasado demasiado rápido… sonreí para mí… ojalá los recordara
como lo hago yo, pensé mirándole a los ojos… a esos mismos ojos azules que
considero de los más bonitos que he visto, con un azul que antes brillaba de
otra manera… los echo de menos, me digo a mí misma besándole las manos… a pesar
de su olvido, todavía recuerda que es presumida… le sujeto las manos con las
uñas recién pintadas, hablamos de que el esmalte rosa que le hemos elegido es
su color favorito… guapa, le digo con una sonrisa… preciosa, me contesta con
una sonrisilla cansada… a dónde va la memoria, me pregunto mientras le hago
recuento de cuántos hijos tiene… cuando le pregunto por octava vez cómo me
llamo yo aunque sólo una hora antes me recibiera con ese Fatimilla que sólo
ella pronuncia de esa manera…
A dónde se marcha quiénes somos, no puedo dejar de
preguntarme cuando la meto en la cama… cuando le escucho decir que sufre porque
tengamos que hacerlo, cuando intento explicarle que la deuda que tengo con ella
nunca se la podré pagar de manera íntegra… le acaricio el pelo que ahora ya es
completamente blanco, plateado… ese pelo que recuerdo rubio hasta hace no
mucho, ese que siempre ha llevado tan peinado… la sonrío apretando las muelas
para no llorar, para intentar que ella no se disguste por nada del mundo… te
vas a poner bien mami, le digo mirándola fijamente… si tú lo dices, me
contesta, me lo creo… sonrío sabiendo que, dentro de un rato, no lo recordará…
le veo la mirada perdida, las palabras desordenadas que dice sin sentido… dile
al abuelito que si vamos a dar una vuelta, me dice muy convencida… mami cariño,
le contesto con dulzura, el abuelito no está hace mucho tiempo… veo su cara de
sorpresa, la escucho decir que no lo sabía… comienzo a ver que se le pinta la
cara de tristeza… cómo me llamo mami, le digo con ternura para cambiar de tema…
Fátima cariño, me dice con cierta dificultad, guapa… la sonrío… tu más, le
contesto…
A dónde se va la memoria, me pregunto mientras salgo de esa
clínica que ahora es su casa… esa en la que el enfermero es, según ella, su
guardaespaldas… ese lugar en el que disfruta la comida, la misma que siempre se
empeña en compartir en cuánto le dices que huele muy bien… es curioso, en eso
sigue siendo igual que esa mami que conocí antes de que se le perdiera su
memoria… antes de que esa Guerra Civil traumática en Madrid se le olvidara por
fin, antes de que esos que somos su familia también se le olvidaran… dónde
estará todo lo que se ha borrado, me pregunto encendiéndome un cigarro… dónde
se guardará o se perderá… a dónde irá a parar lo que somos, lo que fuimos… lo
que construye nuestra vida, lo que hace lo que somos…
Lo que hace que una mirada sea del mismo color pero
completamente distinta…
2 comentarios:
Jo potxoli..Qué bonito...Y qué triste a la vez!Ahora pienso en la de veces que nos hemos quejado porque no podemos hacer un "reset" en nuestra memoria sin darnos cuenta de que algún día quizás lo hagamos sin quererlo..
Supongo que deseamos borrar una parte y mantener otra... pero a veces, la vida y la Naturaleza eligen por nosotros borrándolo todo...
En el fondo, mi rubia... somos lo que vivimos... lo que sufrimos y sonreímos... al final, la suma de ambas cosas es la que nos convierte en lo que somos...
Quizás por eso, a pesar de todo, muchas cosas se quedan con nosotros hasta que la mente todo lo borra...
Publicar un comentario