viernes, 5 de noviembre de 2010

La noche que me hicieron "testiga"





"El auténtico amigo es el que lo sabe de ti y sigue siendo tu amigo"
Kurt Cobain




De golpe, me di cuenta de que volvía a sentir esa atmósfera, esa que sólo siento aquí de determinada manera… suena Bebe desde hace dos horas… no me canso de oírla, pienso sonriendo… comparto mi humo con el silencio de esta casa, con Golfo observándome desde una silla… sé que está deseando que me tumbe en el sofá para tumbarse sobre mí  y, aún así, estoy escribiendo para mí en vez de hacerlo por trabajo…  cuando no consigo escribir para la sopa, le explicaba el otro día a un amigo, no consigo escribir para nadie… esta gimnasia de contar mi vida me resulta imprescindible para poder contar para los demás… curioso…  soy poco práctica y lo sé… pero, como todo lo que hago en esta vida, me nace o no… no sé evitarlo… tienes que aprender a manejar tu inteligencia emocional, me dijo hace tiempo esa hermana mayor a la que yo llamo como lo hacía de pequeña su sobrina…  supongo que, como buena yonkie de las sensaciones que soy, necesitaba encontrar una dosis… una que me acercara a esta receta después de sentir ese calor increíble que me emborrachó el alma y los dedos… se me ha pasado ya un poco el pedo de amor, le decía a esa amiga que me ha calentado esta noche el corazoncete… me descojono… la semana pasada estaba aterrorizada de verme decir que era toda amor, tan empachada placenteramente de Sopa… esta noche, le sorprendía mi revelación… no ha pasado nada, le he contestado riéndome, soy toda amor pero más sosegada…  seguimos cenando mientras la camarera se esforzaba por ir robándonos de la mesa todo lo que consideraba que estaba terminado… contándonos nuestras vidas mientras Mar me miraba con cara de circunstancias  cada vez que esa mujer nos quitaba algo… el boli es nuestro, le he dicho en una de esas visitas que ha hecho a la mesa mientras ella lo sujetaba de un extremo y yo de otro… ahora lo pienso y me muero de risa…

Fumo mirando esta noche de Madrid que hoy está más oscura que de costumbre mientras sonrío…  esa amiga con los ojos tan azules como su nombre sabe de sobra que a mí todo lo que huela a boda me espanta un poco, unos principios que suelo llevar a rajatabla… unos que me iba a volver a saltar porque ella ya se había encargado de enredarme previamente… tu lees en la iglesia, me dijo un día tajante… el qué, le pregunté con esta alma medio hereje que atesoro… algo que escribas tú, me contestó… sonrío… creo que tenía pánico de que me escapara al bar con ese compañero de República que es su primo… ahora el pánico es que no le voy a dejar leer lo que escriba hasta que lo escuche el día de su boda… se lo he vuelto a repetir de camino al sitio de tostas al que sólo he ido con ella mientras me contaba su agobio porque no tiene todavía vestido de novia… me voy a hacer un Interviú, me decía con mucho cachondeo… espero que tengas un carro de paradas para desfibrilar a tu padre, le he contestado descojonada… mientras me daba los datos para acompañarla la semana que viene a ver a un diseñador, me lo ha soltado de la manera más natural del mundo… quiero que seas testigo de mi boda, me ha dicho mirándome con esos ojos azules tan peculiares… testiga, le he contestado con mucho cachondeo mientras suspiraba ante el marrón que nuevamente rompía mis principios antiboda…  te hace ilusión, le he preguntado con muchísima ternura… lo que quiero es que te haga ilusión a ti, me ha contestado con esa cara que sólo Mar pone…  suspiro… creo que sólo alguien que te quiere de verdad puede contestarte de esa manera, pienso mientras recuerdo esa manera tan suya de decirlo…  sobre una servilleta me ha hecho el inventario de sus testigos y he sonreído… ese compañero de República para mí y primo para ella está en la lista… nosotros nos vamos al bar, le he dicho para provocarla, tú nos avisas vía walkie cuando tengamos que entrar… seguíamos cenando mientras la palabra "testigo" me retumbaba en las neuronas... es curioso, pienso ahora en la calma silenciosa de mi casa, me repatean las bodas pero me ha calentado el corazón pensar que quiere tenerme ahí... algo que me ha pasado más veces y que siempre siento como un increíble acto de amor, de ese que sólo te regalan los amigos... de ese que, a pesar de los principios, haces con el corazón...

Cuando nos hemos despedido, nos hemos dado un abrazo… uno que es tónica siempre que nos vemos, uno que nos damos como parte del protocolo del corazón que tenemos… volvía a casa disfrutando de una noche increíble, una en la que las terrazas vacías campaban a sus anchas por las aceras con una temperatura cálida de otoño… volvía recordando esa manera tan de ser de Mar que te permite descojonarte viva o llorar a moco tendido… esa manera de escuchar con una oreja de su padre y otra de su madre –literal y físicamente-… la misma que ejerció cuando me rescató para llevarme a Almería, para sacarme de esta casa que fue un ataúd recién estrenado en otra vida de gata… recordaba ese viaje mientras bajaba Guzmán el Bueno sonriendo… ella siempre es uno de mis refugios cuando el corazón se me rompe, uno al que acudir para sentir el roce de muchas tiritas… una de esas mujeres que te habla con la candidez que lo haría una madre cuando lloras, dándote el mismo calor solo con palabras… sonrío… suena Bebe todavía en este barco pirata mientras recuerdo otra noche en la que también lo hizo, una en la que la música me habló cuando volví a casa en mitad de la oscuridad… una noche de mujeres sin cadenas que compartimos sólo por darnos el gusto de estar juntas… de sentirnos guapas, de pasear vestido en una madrugada de junio para tratar de olvidarnos de lo que nos dolía… suspiro... si tuviera que contabilizar todos los momentos vividos con ella, supongo que no podría escoger uno sólo... 

Siento una sana melancolía en esta noche, lo reconozco…  por ese mundo tan extraño para mí -ahora y entonces- que, una vez de hace años, nos reunió y fue nuestra casa… ese "hogar" con charlas interminables de madrugada, con una mesa sujeta con latas de sardinas que siempre tenía en su habitación... esta noche he recordado las veces que he varado este barco pirata en su casa buscando respuestas, todas las que ella se ha refugiado en mí para buscar lo mismo… sonrío… somos planetas distintos, pienso reciclando esa frase que siento sólo con los míos, pero orbitamos juntos... yo la busco a ella para ponerle racionalidad a mi vida, ella me busca a mí para que le ponga víscera... Mar forma parte de mi Libro de Familia personal, ese que se elige con el paso de los años y a pesar de los años… uno que compartimos, cosemos y repegamos juntas desde hace mucho… uno que confío poder tener siempre en ese bolsillo donde me guardo las cosas que me importan... igual que ha sido en esta última década nuestra de vida, igual que espero siga siendo dentro de otra década más...


Esa foto es un préstamo de uno de esos magos de la luz que son capaces de hacer fotos que cautivan... tiene Copyright pero su dueño, Manuel Orero, no sólo me la ha prestado sino que incluso me ha pedido que le avise de la publicación de este post... os recomiendo que veáis el trabajo que hace porque es, simplemente, una manera increíble de mirar el mundo: este es su site, tiene una serie sobre embarazas que a mí -personalmente- me ha encantado por su ternura de mirar y hacerlo distinto...

2 comentarios:

orerofotografia dijo...

Eres una escritora soberbia ...

Las gracias de las doy yo a tí.

www.orerofotografia.com

Mar dijo...

nena... no habia leído una cosa tan bonita sobre mi y sobre nuestra vida en común... que sepas que casi la lio en la oficina por las lagrimas que se me escapaban al leerlo. Castigo por hacerlo en jornada laboral jeje
Pero lágrimas de alegria y de agradecimiento. No porque le des forma y plasmes en palabras lo que significas para mi... si no por tenerte ahí siempre...
los besos y abrazos los escribo aqui, pero te los doy en persona. MUAK