martes, 2 de marzo de 2010

El increíble -pero cierto- mundo del Facebook...


Cuando esta peculiar red social comenzó, recuerdo que tuve mis reticencias a formar parte de ella… en ese momento, uno de los de mi otra vida, no le encontraba mucho sentido a formar parte de una especie de escaparate público del que participar… uno en el que formar parte supone exhibir en cierta manera lo que soy, lo que hago… pedacitos de mi vida, de mi día a día… de mi existencia… comencé a usarlo con cierto recelo… descubriendo, poco a poco, el extraño funcionamiento de ese micro mundo que sólo vive en Internet pero que tiene millones de habitantes… es curioso, hace poco leí que se considera prácticamente un país en términos de Marketing… una nación en mitad de la nada que la formamos todos aquéllos que asomamos la cabeza por esa ventanita… para saber de los demás… para cotillearles un poco la vida… para conocer más de ellos… o, simplemente, para sentirles mucho más cerca cuando no lo están…

Lo cierto es que, poco a poco, me fui rindiendo a las virtudes de aquello que un día consideré “el radio patio” de Internet… en gran medida porque descubrí que era una manera increíble de saber de los demás… de reencontrar amigos perdidos, compañeros de Universidad… ligues de esos que nunca fueron nada pero a los que les tienes cariño… ex novias de ex novios que, carambolas de la vida, acaban ganando un pedacito del bolsillo del corazón… de seguir la pista, aunque sea a través de una pantalla, de aquélla gente que en un momento dado conoces y que, quizás, no vuelvas a ver más después de un tiempo… pensé en esas personas que, de golpe, me saltaban a la mente cuando empecé a usar el Facebook… la ilusión que me hacía que personas que dejé por el camino se acordaran de mí como para buscarme… también descubrí lo pequeñísimo que es el mundo… la cantidad de gente que conoces que, a su vez, conocen a amigos tuyos… es curiosa la cantidad de reencuentros virtuales que he vivido en este tiempo que llevo siendo usuaria de esa extraña isla que no existe en ninguna parte pero que conforma una auténtica maraña de personas… reencuentros que he vivido con ilusión en muchos casos… nuevas personas que, pese a formar parte de mi mapa mental, nunca habían tenido conmigo un contacto próximo… descubrimientos personales que, a lo tonto, me han llevado a vivir peculiares aventuras vitales de esas que me quedo para mi álbum de cromos… sonrío… colecciono historias, cómo no iba a formar parte de esta…

Gracias a esa bendita plataforma on-line logré saber de aquéllos que estaban lejos de mí… de sus andanzas, de sus vidas… viví una vuelta al mundo con esa amiga de la Universidad a la que, sin ver, siento a mi lado… creo que únicamente por eso merece la pena estar en esa comunidad en la que tus amigos pueden llegar a conocerse entre sí a través de sus comentarios, de sus bromas en un muro inexistente que forma parte de nuestra realidad diaria… de sus pequeñas anotaciones sobre la frase que pones ese día, la canción que te parece en un momento dado la banda sonora perfecta… sus comentarios sobre las fotos que cuelgas… sin apenas darme cuenta, tengo una auténtica galería armada en la que la gente comenta no sólo cómo me ven sino qué les parecen aquéllas cosas que veo a través de la cámara… opinan, me dicen y ejercen de críticos… me río porque me doy cuenta que, gracias al Facebook, ahora tengo un equipo de animadores, estilistas, psicólogos y relaciones públicas… y lo que anima que te digan que estás guapa en una foto, me descojono a veces cuando me paro a pensarlo… creo que lo mejor que tiene ese bendito mundo azul de mentira es la capacidad de acercarte sin hacerlo… me doy cuenta cuando puedo ver crecer al hijo de un amigo que vive al otro lado del mar… cuando puedo saber qué le pasa a mi gente con una premura alucinante, sabiendo cómo viven un día o qué les ha sucedido… puedo sentir que no existen distancias, ni tiempo… a ver si nos vemos más allá de esto, es la frase que más he escuchado decir… creo que ahí está esa cara B de toda esta historia… nos parapetamos detrás de una pantalla estando cerquísima de todo el mundo y a la vez lejos… tratando como si estuvieran en otro planeta a aquéllos que muchas veces viven a apenas un par de barrios de nosotros… en esa cara B también se incluye a veces descubrir cosas de la vida de otros que no nos gustan... lo vi en su perfil del Facebook, he escuchado decir con una tristeza inmensa... saber de los demás implica también enterarnos de cosas que no nos gustan... descubrir pequeñas traiciones ajenas y propias... sentir la desilusión que provocan... 

Lo reconozco, no sé cómo decir lo contrario… me he enganchado a ese mini mundo de mentira que forma esa lista de amigos que están cerca o lejísimos… haciéndome una yonkie de sus experiencias, de sus aventuras… de sus momentos buenos y malos… de las bodas compartidas en imagen fija, de los bebés que nacen y que por cuestiones del directo no puedes ver… de las andanzas de "mis niños de Venezuela" como les denominé en su día, de una familia que no es mía pero que adoptó... he aprendido a mirar una parte de la vida a través de una web en la que no me importa reflejar lo que soy… mis locuras diarias con su consiguiente comentario de estado… de esa aportación que intento hacer con una canción cada día… quizás sea un vicio por aquello de trabajar en el mismo lugar en el que vivo, tal vez sea a veces la necesidad de sentir compañía… pero tengo que reconocer que así es como si tuviera un montón de compañeros de trabajo que, con el café de la mañana, me cuentan sus cosas… que, después de comer, planean unas cañas… o que, sin venir a cuento, te acaban invitando a un concierto o proponiendo una película que no te puedes perder… supongo que habrá quien se declare firme detractor de esto, y lo respeto… pero yo me hago fan sólo porque me permite sentir calor… saber de los demás… conocerles en algunos casos más… porque despierta mi creatividad para identificar las peculiares travesías de este barco pirata… porque, quizás, esa isla es muchas veces el refugio de muchos y el consuelo de otros…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cierto es neni! Tiene su cara A y su cara B. Te sirve como instrumento para encontrar a alguien que llevas mucho tiempo buscando y que ya no crees que lo puedas encontrar y de repente aparece por arte de magia, aunque luego quizás hubieras preferido que se hubiera quedado como el maravilloso recuerdo que era.
Aún así me alegro de que lo hayan creado. Está claro que te ayuda a estar más cerca de la gente que te importa..Aunque luego haya otros que se pongan a agregar a diestro y siniestro y cómo dijo alguien: luego te los cruzas por la calle y ni te saludan! :-)

Lola Semuá dijo...

Lola Semuá.....
Lola Setuá......
brillando al leerte.....

Anónimo dijo...

Bien cierto es lo que dices tiene sus ventajas como sus desventajas, pero siempre hay que ir con precaución. Yo soy una que a parte de leerte en este blog veo tus hazañas de ese barco pirata tuyo y disfruto con él, así como también puedo ver ese barco pirata que cada uno llebamos en nosotros y formar una pequeña parte de ese mundo un tanto frio como a su vez caluroso de los seres que aprecio y quiero. La verdad es que es un tanto inverosimil ese mundo de facebook.