Vísteme, le dijo la belleza a un reflejo… dibuja un patrón
distinto, uno sólo para mí… uno que nadie más tenga, que sea sólo mío… corta la
tela con cuidado, dejando que la tijera se deslice… poco a poco… escuchando
cómo se vence el tejido, cómo lo atraviesa el hilo… cómo se transforma en algo
que sólo tenga la forma de mi cuerpo… es una pieza única como yo…
Desvístete, le dijo la voz a los sentidos… olvida que alguna
vez me escuchaste, que alguna vez estuviste… guarda en un baúl el tacto de las
miradas, el sabor de los sonidos… sumérgelos en agua fría para hacerles sentir
un escalofrío… báñalos en presente para que se sequen mañana… sé sin pensar que
fuiste porque ya lo has vivido…
Arrópate, le dijo la emoción a la razón… huye de la peor de
las noches, la que sólo se recrea en el alma… llévate los argumentos contigo,
esos basados en hechos razonables que sólo pueden ser juzgados de una manera…
disfrázalos de motivos, de ese raciocinio que no conozco porque se escapa de
las sensaciones… cúbrelos de ese calor que se siente sobre la piel…
Disfrázate, le dijo el tiempo a la realidad… hazlo de la
manera que quieras, busca la máscara que mejor te cubra… serás lo mismo aunque
lo ocultes, estarás a los pies del reloj aunque creas mirarlo de frente…
casualidad en la orilla de la vista, un mundo de causalidades en el que no
tiene cabida fingir…
Desnúdate, le ordenó la palabra al alma… quítate hasta la
última línea escrita, cada una de sus letras… de sus sonidos, de sus recuerdos…
desnúdate de todo eso que hace que peses más, que los gramos se conviertan en
kilos… despójate de las comas y los puntos… de los silencios en los que ni
siquiera yo pude reinar…
Envuélvete, le dijo él a ella… hazlo sin que me dé cuenta,
hazlo poco a poco… para que sólo sienta que estás, para que sólo sepa que existes…
contando un compás de días y de noches, de lunas vistas desde lugares distintos…
cálzate la vida para que no me quede grande a mí, para que no me haga daño en
los talones…
3 comentarios:
Eres la maga (¿existe eso?) de las palabras...
He tomado tu foto
la necesito, solìa tener un caballero de nariz roja, pero se ha ido, me ha dejado y ahora solo me queda el recuerdo.
quizás lo bueno es que nos quedan recuerdos... y cuando nos vamos o se van, es porque tocaba escribir un camino diferente pero sin mirar atrás...
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