domingo, 20 de noviembre de 2011

Dormíamos, despertamos... ¿despertamos?



Suenan las sirenas de policía en Madrid… lo hacen por segunda noche consecutiva, no he logrado saber a qué se deben… pensé que era por Sol, decía en ese muro que no existe, pero San Twitter dice que hay 30 personas… sonrío… en esta última noche pre-electoral, me veo recurriendo a esa comunidad virtual de opiniones para saber la realidad… curioso… no tengo ambiente de elecciones, creo que por el descrédito absoluto que me merece eso que hemos bautizado como Democracia antes incluso de parirla… no he leído encuestas, no quiero pensar en eso que se llama “mayoría absoluta” y que a mí no deja de parecerme una mala solución… no siento el hormigueo de saber qué va a suceder, no creo en confiarse en lo que supuestamente va a suceder…

Podría decir que me da lo mismo lo que suceda mañana, pero mentiría… podría decir que me he molestado en leer programas políticos, pero faltaría a la verdad… creo que, por primera vez en toda mi vida de votante, siento la mayor de las desidias en ir mañana hasta esa urna que no va a solucionarme la vida… he dejado de creer, quizás sea eso, en esos montones de hojas ordenados que prometen nombres y nunca cumplen soluciones… he dejado de confiar en quiénes aseguran velar por la ciudadanía, por el bien común… por un futuro anclado en reprocharse el pasado… por esa falta de clase política en la que un debate se convierte en una pelea de gallos, en la que ese acto seguido por una nación que agoniza económicamente cuesta una millonada que me resulta absolutamente inmoral… una que, lejos de servir para nada, sería sumamente útil para muchas otras cosas… suspiro… en este 20-N que ya ha llegado, no siento esa democracia que sólo puede escribirse en letras minúsculas y que a algunos les llena el pecho… no siento que mi vida vaya a cambiar a partir de mañana… no siento que esa prima de riesgo familia de los mercados varíe esa amenazante escala que no sé interpretar… lo siento, soy de letras… lo mío son las palabras y, por desgracia, ni siquiera con ellas me han convencido de a quién votar…

Una noche me desperté en Sol… en ese sentimiento de indignación al que me sumo a pesar de no compartir muchas cosas… a pesar de sentir que, incluso ese sentir popular, ha defraudado en gran medida las expectativas de ciudadanos como yo que vieron en esa toma del corazón de Madrid un símbolo de resistencia… uno de levantarse, de quejarse… de no ser esa generación dormida a la que tanto se critica, de ejercer nuestro poder de decisión y de elección buscando un mañana que empieza hoy… y, sin embargo, he sentido la apatía de muchos hablando de no votar… de no ejercer ese derecho y obligación que sólo da la democracia de decidir… de elegir… de participar activamente de un país construido entre todos a pesar de quienes nos gobiernan, a pesar de quienes tratan de manejarnos sin contar con nosotros ni nuestras realidades…

Mañana por la noche espero volver a despertarme en Sol… espero despertarme en un país en el que, gane quien gane, lo haga para solucionar pensando en todos y no sólo en unos pocos… en un país en el que no haya colores, en el que votemos haciéndole caso a la razón y dejando dormidas las tripas… uno en el que ese que ostenta el enorme privilegio de representarnos a todos sea honesto con su papel…

Un país en el que la palabra democracia pueda escribirse con letra mayúscula y con pulso firme… uno en el que no nos tiemblen las rodillas ni nadie nos coma los sueños de vivir…


Foto | Juan Sánchez

No hay comentarios: