Cómo son las cosas, me digo muerta de risa, hoy me conceden
un premio de Periodismo y soy incapaz de escribir… me tengo que descojonar…
llevo casi dos horas delante de esta pantalla tratando de contar eso que ha
hecho que hoy, diez de noviembre, el alma me haya pegado un bote dentro… uno
que, de primeras, no he sabido encajar… me han dado un premio, le decía a mi
madre en directo mientras se lo leía a mi padre por teléfono… he tenido que
leer tres veces ese mail que, de primeras, no entendía lo que decía… un premio,
repetía constantemente sin saber muy bien si reírme o llorar… he hecho las dos
cosas, tengo que confesarlo... animada por mi madre, animada por ese orgullo
tan bonito que sentía a pesar de tener el coco en estado de shock…
Hoy, diez de noviembre, soy incapaz de explicar lo que
siento… de describirlo, de escribirlo
aquí ni en ninguna parte… no es un acto de egoísmo, sólo uno de auténtico
bloqueo… un premio, pienso… suspiro… eso que dicen se da en reconocimiento a
algo, eso que a mí me han regalado por “respetar el rigor, la veracidad y la
imparcialidad”… me emociono al pensarlo de la manera más tonta de todas… creo
que, como periodista, ese triunvirato de motivos son el reto de lo que hacemos…
he tenido que buscar nada más llegar a casa ese artículo seleccionado con el
vértigo de saber que un jurado lo ha considerado el mejor escrito a lo largo de
un año… el mejor de la prensa escrita española… escribir, escrito… eso que es
lo único que sé hacer de verdad y que, esta noche, se me antoja imposible… esta
tarde noche he sentido el orgullo de mis padres y de los míos… he sentido que a
esos padres -de profesión padres- que tengo se les ha alegrado el alma casi
tanto como a mí, que se les ha hinchado el pecho de emoción… sonrío… me han
acompañado en esta profesión más como salvavidas que como compañeros… quizás
hoy, ese papel que tienen que darme vale por todos los años que han tenido que
aguantar el “tengo que escribir”…
Podría decir que tengo el atrezzo perfecto en este barco
pirata que hoy siente haber encontrado una pequeña isla del tesoro… una que,
sin ser quizás un premio de esos de los que todos hablan, para mí hoy es el
mejor premio del mundo… uno que llega a mi vida en un momento en el que esta
lucha que supone la profesión empezaba a levantarme alguna herida… te lo
mereces sobre todo por eso, me ha dicho la rubia por teléfono, por lo que has
peleado y por lo mal que lo has pasado… sonreí llorando cuando esa princesa del
País de las Bragas me dijo lo mismo… reconozco que, de alguna manera, me ha aliviado
el alma saber que no he perdido tanto el tiempo… que ese empeño por vivir
escribiendo ha tenido hoy su pequeña caricia conmigo… he llorado mucho de
emoción… de una propia y de otra compartida sintiendo que hoy los kilómetros me
han pesado más que otros días, que ojalá se hubieran podido reducir a nada para
sentir un abrazo muy deseado de alguien que compartía esa congoja de no querer
llorar pero hacerlo a pesar de todo… he sentido el orgullo de los demás, he
sentido el increíble bálsamo que supone leer esa palabra de siete letras
conjugada… primero una amiga de esas de siempre que te acompaña en el camino,
después de muchas más que han querido decírmelo… no te rindas, me ha dicho ese
que fue compañero en una agencia que marcó mi vida y que ha sido el motivo de
que la organización del premio me encontrara…
Esta noche no soy genial ni puedo escribir nada que merezca
un premio… sólo puedo decir que estoy viviendo unas horas de calor infinito… de
uno creado a golpe de sonrisas de los míos, de palabras de ánimo… de un “eso no lo consigue cualquiera” dicho por ese
hermano que no lo es desde el otro lado del Atlántico, un amigo al que le paso
las propuestas que me surgen para su revisión porque le sigo considerando una
referencia… he oído decirme un “te lo mereces”
y un “todo llega” que me han sorprendido… no peco de humilde, lo aseguro… supongo que, simplemente, he descubierto que
todos esos que me quieren tienen una fe en mí que supera la mía… este día diez de noviembre pasará a
mi propio glosario personal de fechas a pesar de estarlo ya, lo hará con una
lectura distinta… me han dado un premio, no puedo parar todavía de repetir…
supongo que, porque todavía trato de entender lo que significa esa frase, no
puedo escribir nada más…
2 comentarios:
No escribas nada más...es nuestro turno. ENHORABUENA DE NUEVO.
Un mojito??
Ole, ole, ole!!!!
Un mojito... y hasta tres!
;)
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