miércoles, 26 de mayo de 2010

Exploté, imploté...

Hoy no trataré de buscar las palabras, ni siquiera haré el intento de que esto suene bonito… lo siento, no tengo despierta esa sensibilidad de decir cosas profundas o de contarlas de manera que, a pesar de todo, suenen a poesía… estoy cansada, me lo noto por cómo me pesan las piernas… noto la cabeza como si me la hubieran pasado por un pasapurés… no sé si estoy o no, es más, no sé si soy o no… lo único que sé es que respiro a pesar de sentir presión… a pesar de darme cuenta, una vez más, de que me siento terriblemente vieja en esta noche de casi luna llena… el jueves tienes un regalo, me dijeron por teléfono… faltaban un par para esa noche de luna llena, un par que ahora mismo se me antojan un auténtico mundo… hoy es hoy, me digo sentada en este sofá con las piernas doloridas sobre el radiador… hoy, pienso macerando la rabia tan tremenda que se me ha mezclado dentro con dolor… con ese de sentir que todo se descoloca… con ese de sentir la injusticia, la falta de respeto… la de consideración… con esa extraña sensación de sentirte gilipollas… hoy he vuelto a saber lo que es la asfixia incontrolable… la que no te permite respirar con normalidad, la que se te clava en mitad del esternón como debe hacerlo una puñalada… taladrándote el hueso, el cartílago y llegando a los pulmones para traspasarlos… hoy he vuelto a saber lo que es sentir eso y este cuerpo escombro de esta noche es el resultado…

Hoy he caminado por Madrid sin más rumbo que llegar a mi casa… sintiéndome terriblemente sóla en mitad de esta masa cada vez mayor de gente que se agita a mi alrededor… sintiendo que se me desmoronaba el puzzle de estos treinta años míos que están más desordenados que nunca… volví desde Cuzco recogiendo las piezas por cada acera, pasándole un escáner a esta existencia que a veces me hace sentirme profundamente harta… de mi profesión… del ser humano… de las mentiras, los engaños… de esa hipocresía de la que me declaro absolutamente intolerante… esa que hace que las vidas sean anuncios de Colgate mientras la realidad te come por dentro… hoy he llorado mucho, como hacía tiempo que no lo hacía… con la desesperación más absoluta por esto que llaman “existencia correcta”… pensando en la tristeza del esfuerzo que se estampa contra un muro de insatisfacción… pensando en cómo la ilusión puede transformarse es ese extraño resquemor que se siente en el alma -con las cosas o con la gente- cuando se marcha… dándome cuenta de que, a pesar de todo y de todos, creer es muchas veces ser víctima del abuso… sonrío con tristeza… qué sería el mundo sin idealistas como tú, me dijo una vez esa hermana mayor mía… supongo que un lugar mucho más feo sin duda… pero también sé que uno en el que días como hoy no le pasarían a nadie esa factura física y emocional de sentirse completamente rendido… creo que es la mejor definición de lo que he saboreado este día… la rendición… el abandono… la gota que desborda ese vaso vital mío… la desesperanza de sentir que, a pesar de todo, es mejor no creer en muchas cosas… soy poco pragmática, no es una novedad… forma parte de mí, de lo que soy y de cómo miro el mundo… pero hoy habría deseado serlo…

Me miro las costuras y hoy se me han reventado con la explosión… hasta el último milímetro de hilo se me ha roto… llorando esta falta de libertad que es lo único que he perseguido y que ahora no tengo… es curioso… me he partido la cara para serlo y, sin embargo, lo soy menos libre que nunca… atada a eso que mueve el mundo… anclada en un espacio que me asfixia muchas veces… a ese que limita mi capacidad de observación y me corta los dedos para escribir sin juntar sólo palabras… inspiro, expiro… es curioso como algo tan doméstico pueda generar una tormenta como la que he vivido hoy… una que me ha hecho tambalear por completo la médula, desencajándome las vértebras… haciéndome mirar hasta el último centímetro de la piel que hace de esta mi vida… vida, cuatro letras… todo un mundo… ese que sólo existe una vez, de una manera única… ese que es lo único que realmente tienes en esta vida, que es sólo tuyo… es curioso, estos días tan cabrones que me pegan en el cuerpo y en el alma siempre acaban de la misma manera… pasándole revista a la vida con lupa… para volver a colocar las piezas que se me han derramado por el camino… esas que, pese a estar en el día a día, de pronto yo ya no encajan… 

Miro por la ventana de nuevo para perder la vista en la oscuridad… ya no hay ventanas encendidas, todo el mundo duerme… menos yo que sigo notando como mi cuerpo vuelve a comprimirse después de explotar… cómo se deshace hacia dentro, hacia ese mundo que es sólo mío y que vive dentro de mí… noto el dolor de sentirlo, el daño de esas realidades que uno no examina a diario… supongo que, si no fuera así, se me desmontaría esa teoría vital que tengo… todo pasa por algo y para algo…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Espero no leer cosas como estas en mucho tiempo nena.
Aunque siempre es un placer leerte.
Besitos
Te echo de menos en mi vuelta al mundo!!!

Laspiur