jueves, 28 de enero de 2010

Revolviendo...



Recogí, tiré…
Hacia dónde vas, me preguntó… hacia ninguna parte, contesté…
Revolví en los bolsillos para encontrar un caramelo…
Acortándole cuerda a una soga que no me pertenecía…
Sintiendo la presión de la cuerda en el cuello…
Poco aire…
Me perdí en mitad de la nada para buscar ese todo que no existe…
Para acabar de medir los centímetros de ausencia…
De domingos de silencio…
Sintiendo la falta de libertad…
Cojonudo, me digo…
Tanta lucha para lograrla y ahora soy más esclava me nunca, me pregunto asintiendo…
Miro a un mar que quizás no me pertenezca ni en un vistazo…
Etiquetado de manera distinta…
Respiro…
Un café demasiado dulce...
Un café demasiado amargo…
Paladeo, cabeceo…
Sonrío…
Me estaré volviendo loca, me pregunto…
Supongo que simplemente me van los retos…
Lo pienso sin parar de no hacerlo, tratando de juntar el puzzle para encontrarle un sentido…
Cosiendo sueños que, quizás, nunca serán…
Sintiendo esa frustración absurda en la boca del estómago…
Sabiendo como sé con qué cartas juego…
Creyéndome un simple utillero mientras los demás saltan al campo bajo el aplauso…
Estiré para sentir que podía… que puedo… que podré…
Para echarme un pulso a mí misma… a esa fuerza que llevo tatuada en la piel porque así me catalogan todos…
Me escondí detrás de esa comprensión siempre en stock que tengo…
Quizás creyendo en un imposible… quizás sabiendo que nunca será…
Tratando de convencerme de ello para evitar un verbo de cuatro letras que me da vértigo…
Silencio…
De ese que se te clava como una astilla bajo la uña… sin poder sacártelo, sin poder encontrar cómo dejar de sentirlo…
Miro por la ventana…
Imploto… exploto…
Saboreando ese agridulce desasosiego de estos días de derrota…
De esos días en los que se me juntan la base y el neutro para hacer saltar la chispa…
Para detonar una mente que no sabe estar quieta porque se ha despertado…
Sigo revolviendo sentimientos…
Sensaciones…
Recuerdos…
Los pico fino para tratar de hacerlos más pequeños, más insignificantes…
Con menos peso en esa balanza que hoy no sabe hacia dónde se inclina…
A veces quiere rendirse… otras partirse la boca en el trayecto…
Preguntándome si lo harían por mí…
Si en los manuales de instrucciones hay cabida para dejarse vencer…
Suspiro…
Demasiado contenido en la coctelera…
Demasiado para tratar de revolverlo sin salpicarme…
Hacia dónde vas, me pregunto a mí misma…
Sonrío de medio lado…
Revuelvo entre todas esas neuronas que a veces viven y otras mueren...
Ni puta idea, me contesto…
Quizás la única respuesta que no puedo contemplar en mi diccionario de vida…
Quizás la única respuesta que pueda tener en este momento…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Chati, me encanta como escribes...
Esa manera de decir las cosas que te/nos pasan...