domingo, 26 de abril de 2009

Lost...

Resulta curioso, me digo, he sobrevivido a esta extraña semana… a la de una cuenta atrás muy peculiar, especial… la semana en la que estuve a punto de irme a vivir a Tarifa… la semana en la que soñé, durante unos días, con vivir un festival de cine desde dentro… por fin cine, de nuevo cine… me apetecía tanto… el curro era mío, en eso hay quórum… me gusta sentir que así era… lástima que, a veces, llegar cinco minutos antes o después pueda cambiar tantas cosas… el Festival de Málaga pegaba sus últimos coletazos… ironías de la vida…

Después de la noche creativa, he pasado un fin de semana de encierro… mi cuerpo me ha dicho “quieta” y tan sólo he podido obedecerlo… era el momento de ponerme un stop a mí misma, de marcarme en la cabeza los puntos clave de esta ya inminente transición… la de alcanzar la cota que tanto se temía al principio… me repito a mí misma que ya me quedan pocas páginas del calendario pendientes de pegarles fuego… pero esta está siendo especialmente peculiar… abril se me ha escurrido entre los dedos con nuevas ilusiones… y, en este extraño mes robado, parece que me cuestiono muchas cosas… suena Lenny Kravitz, el aleatorio del iTunes le pone banda sonora a este momento con la canción perfecta… han pasado esos 365 días extraños que llegaron y acabaron en una primavera… muchos días, me repito… pero sonrío…

He llevado a cabo una cura de palabras y de silencios… sobre todo, silencios conmigo misma… necesarios… útiles… para acabar de descubrir otro pequeño doblez de quién soy… para sorprenderme con el peculiar prisma con el que miro ahora las cosas… anoche me quedé a oscuras durante horas… tumbada en el sofá… mirando por la ventana esa noche de Madrid… tan sólo un montón de velas blancas encendidas… un pitillo entre los dedos… pensando, simplemente, por el mero placer de hacerlo… desde la calma, desde la paz… han pasado muchas cosas en este tiempo, me decía a mí misma… muchas lágrimas y muchas sonrisas… pero, sobre todo, me di cuenta entonces de que había dejado de pelearme contra la tormenta… y que, el mero hecho de hacerlo, me hace sentir bien… pensaba o, simplemente, dejaba la mente en blanco… divagaba de lo más vital a lo más superficial… de lo confuso de los sentimientos a lo peculiar de las nuevas ilusiones… sonreí… a veces hay que estar perdida para encontrarse, pensé… pese a estas rachas de encierro… pese a esos momentos que me reservo para mí misma en contra de todo lo demás…

Hoy he vuelto a encender velas… he vuelto a dejar la casa en penumbra… y he vuelto a mirar por esa ventana hacia la noche de Madrid… en silencio… sólo yo y esa fecha… una menos, me digo… y cuando he decidido salir de esa especie de capullo que tejo a mi alrededor, me doy cuenta… ha pasado el tiempo, sí… pero al menos he logrado encontrarme… me miro y me veo… sentirlo así me hace sonreír, pese a las fechas y a los absurdos recuerdos del pasado… simplemente hoy es hoy, me digo… mañana ya lo pensaré...

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