
Ese dios que me hizo mujer un viernes me creó en ese preciso momento… pisando la calle Fuencarral… con los pies puestos sobre el sucio asfalto de Madrid… en una mañana de sol de abril… después de una noche de luna creciente… me creó recordándome todo lo que era en mi vida anterior… definir anterior sería tan eterno como el tiempo, me dijo ese dios al oído… no te preocupes, añadió, sigues siendo la misma pero diferente… miras al horizonte, me dijo riéndose de mí… y eso ya es un gran don… sonreí… me reí… mi noche había llegado a su día… y para mí, pese a lo peculiar de la luz de ese sol, seguía siendo ayer…
Caminando por Fuencarral, ese dios se sentó a mi lado en un banco… yo tan sólo buscaba los cascos de mi iPhone –puto iPhone- para escuchar música… él decidió contarme cuál era mi misión… el por qué de elegir crearme en ese momento, de esa manera… mientras caminaba por la calle, sin más… ese dios era el de la confianza, el extraño diosecillo que se crea con una rencilla menos contigo misma… era algo personal, me decía… y elegiste bien el camino… me río… me suena a clase de religión del colegio… pero es curioso… sea cual sea el dios, ya sea un diosecillo de viernes, todos conllevan caminos… elecciones… momentos que cambian tu propio destino, de la manera que sea… aunque únicamente lo hagan dentro de tu mente, es más que suficiente…
Seguí caminando escoltada por ese dios que me hizo mujer… un dios que me recordaba la extraña pero familiar sensación que tenía… la de sentirme jodidamente viva… malditamente viva… maravillosamente viva… curioso verdad?, me dijo el pequeño dios que me hizo mujer… a veces la vida tan sólo consiste en creer, me susurró, que no se te olvide… en mis oídos, Fito… me río… casualidades de la vida… recuerda siempre lo que eres sobre todas las cosas, me dijo… una mujer… sin más, sin menos… ideas, sueños, instintos… sonrisas y lágrimas… eres fuerza, das vida… eres una vida… eres lo que eres... formas parte de una extraña hermandad... de un peculiar sexo que, sin ser costilla de nadie, vive por sí mismo... de esa rarísima mezcla de hormonas, emociones... de miradas, de silencios... de pasión y rabia, de orgullo y carácter... de secretos guardados, de confesiones de todo tipo... recuérdalo, me dijo antes de despedirse…
El dios que me hizo mujer un viernes desapareció entre una cegadora luz… se colaba entre los tejados de la esquina de la calle… me deslumbró… y, al abrir los ojos, ya simplemente no estaba… sonreí… la revelación había surtido efecto… sonreí… soy Viernes, me dije…
Para todas esas mujeres que son supervivientes... que son lo que son y, además de saberlo, lo aceptan con todas sus consecuencias... mujeres que viven a mi alrededor, que forman parte del bolsillo del corazoncete... para todas esas que me soportan, me aúpan, se ríen o lloran conmigo... todas las que, de alguna manera y en algún momento, hemos olvidado lo que somos...
4 comentarios:
TE QUIERO PURPLE!!
Superwomen to the power!! que sería de nosotras, sin nosotras!!!
...Y que sería de mí sin tí..potxoli!!!
Yo soy más bien atea, pero después de tu texto empezaré a ser más creyente..;-)
Besitos mil
Vaya tela! Ahora que cambiaste el color del fondo cada vez entiendo menos de lo que escribes!
Será posible Flaco!!
Si lo cambié por ti... seguiremos tratando de encontrar el fondo ideal...
Pero las noticias son, en esencia, lo que son... ;-)
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