miércoles, 6 de mayo de 2009

Hay noches...

… en las que decides sentarte delante de la chimenea… sin pensar en nada, tan sólo dejando que las cosas se amontonen en la cabeza… sin que preocupen, tan sólo pasan… fuera, agua nieve… dentro, calor… estás sola… encantada… sin que nada ni nadie te moleste… sólo suena el fuego… bendito sonido… en la calle el sonido del río, del agua… la ruidosa quietud de un pueblo… tu sitio, tu espacio…

… en las que cuando llegas a la barra y pides una copa, el camarero decide no cobrártela… a esta te invito yo, me dice sonriendo… pero me debes una… la extraña sensación que sientes te hace sonreír… él sonríe, tú también… vuelves a tu grupo de amigas y les tienes que contar lo que te acaba de pasar… se ríen contigo… la rubia le pasa revista… aprueba pese a ser bajito, me dice con una de sus mil muecas…

… en las que te miran fijamente en mitad de un pub… y esa voz que reconocerías en cualquier parte con los ojos cerrados se acerca a ti y te susurra en el oído… todavía no vi nunca unos ojos tan bonitos como los tuyos, me dice… me sonríe… me lo dice con esa voz tan dulce, con su media sonrisa… lo escuchas entre el ruido del garito… con las luces moviéndose… se te graba a fuego en la cabeza… no sabes qué decir… tan sólo puedes mirar tan fijamente como te miraron… pones la misma media sonrisa que te regalaron… sientes vergüenza pero, a la vez, sientes magia… no son las palabras, es todo el sentimiento que hay detrás de ellas… ojalá pudiera explicarte cuánto te quiero, pensé, pero si pudiera hacerlo supongo que no te querría tanto… maldita esta manía de decir con palabras lo que, simplemente, dices de tantas otras maneras…

… en las que, de confesiones entre copa y copa, acabas contando lo que nadie sabe… recordando algo que, últimamente, te toca la fibra más de la cuenta… quizás sean las circunstancias, quizás sea la necesidad de liberarte de ese peso… sonríes… sabes una cosa, me dice, hace poco hablé de ti… de elegir una mujer con la que tener una historia, me dice, te elegiría a ti… la sonrío… aún conociendo mi cara B más jodida, aún conociéndome… puedo escribir de esto en mi blog, pregunto… me gustaría, contesta ella… la miro, la sonrío…

… en las que, entre un gin tonic y un brugal con limón, alguien te pregunta si te puede besar… mirándote, sonriendo… a caballo entre la vergüenza y la adrenalina del momento… los besos nunca se piden, contesto… no puedo evitar sonreír… treinteañeros convertidos en auténticos inopertantes del flirteo… la falta de entrenamiento pasa factura en todo… pero, incluso así, hay que saber disfrutar de los momentos…

… en las que en mitad de una boda alguien te abraza… sabes que te quiero, me pregunta mientras me pongo de puntillas para poder abrazarle yo también… te quiero porque eres una tía de puta madre, me dice con esa lengua de trapo que te deja el alcohol… y no te lo digo porque esté borracho, asegura, te lo digo porque lo creo y si quieres te lo repito mañana… notaba su brazo alrededor de mi cuello… lo suficientemente suave, lo suficientemente prieto… yo también te quiero mucho, le dije, y no porque me haya bebido la barra libre… tienes que volver a enamorarte, me suelta a bocajarro… tú te lo mereces, me dice cuando ya noto el nudo en la garganta, tú te mereces ser feliz y sonreír siempre...

… en las que decides ponerte el mundo por montera… sin hablar, diciendo, callando… rodeándote de recuerdos nuevos que grabar en la CPU de la mente… construir, me digo, la destrucción terminó hace tiempo… lo has conseguido, piensas… y cierras la puerta de casa con la estúpida sonrisa en la cara… son las 6 de la mañana… nieva… demasiadas coincidencias… sonríes… demasiadas caricias y bofetones de vida pese a todo… y sonríes…

... en las que recibes un mensaje... una buena noticia... una nueva vida en este mundo... el resultado de un tiempo de lucha contra el cáncer, contra la vida... pero, sobre todo, contra la muerte... lo lees y recuerdas los tiempos del colegio... recuerdas a esa amiga de entónces, a la que hace mil años que no ves y a la que has vuelto a encontrar gracias al Facebook... la recuerdas como era... y la imaginas con un pequeño Martín entre sus brazos... sonríes... la vida nos devuelve la ilusión con cosas así, pienso... ella no perdió la esperanza... de vivir, de tener lo que deseaba... de salir adelante pese a todo... y lo consiguió... me quito el sombrero ante ella...

… en las que la luna llena se planta en el cielo para vestirlo todo de una luz de acero… esa que comparte los secretos… los pecados… las heridas… las mentiras… los pasados no contados, los presentes que se escriben… pasan demasiadas cosas al amparo de la noche… es el momento de las grandes traiciones pero, también, de los grandes recuerdos… su magia es única… auténtica… quizás, por eso, los gatos prefieren maullar en la oscuridad…

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