viernes, 9 de octubre de 2009

No sé explicar con palabras...

… lo que siente este alma cuando huele el otoño… cuando huele la lluvia de octubre… cuando se le calienta la piel con el sol de esta montaña… cuando mira esta luz que es sólo de aquí… particular, única…

… lo que se siente cuando entro en mi casa… esa que no es mía, que algún día lo será y que no tengo prisa porque lo sea… una que era la casa de mis abuelos, la de mi padre… una que, ahora, se adapta para recibirme como inquilina… no me siento propietaria… tan sólo, tengo la suerte de que me la hayan puesto en las manos como parte de mi vida…

… lo que pienso cuando recojo los montoncitos de hierba cortada del suelo del jardín… con ese verdín pegajoso que se me queda en las manos… con ese olor tan particular al que sólo huele con esa intensidad la hierba de este lugar… el mismo olor que siento al entrar por la noche, cuando el rocío de esa helada que recuerda que ha llegado el frío, se apodera de todo…

… cómo es despertar con el sonido de un gallo aunque no sea al amanecer… cómo es dormir con la quietud de un pueblo… con ese silencio casi absoluto al que sólo interrumpe algún tractor al pasar… con ese murmullo que desprende el agua del río que corre delante de mi casa… con esa visión de los árboles rojos, ocres y amarillos cuando abro los ojos al despertarme… con esa luz que, por algún motivo, aquí no me molesta que me despierte…

… lo que es sentir el escalofrío del frío por la noche… esa humedad que acompaña al ambiente cuando el sol se quita… cuando la oscuridad de verdad hace que todo el pueblo se llene de sombras… sin miedos, sin más… tan sólo calles… perros solitarios que duermen o caminan por ellas… a veces los escuchas ladrar… otras, simplemente, pasan a tu lado como si ni tan siquiera te vieran…

… cómo es respirar sintiéndote a salvo… a salvo de todo… de los demás, de las circunstancias… de ti mismo… la jungla queda lejos, muchísimo… tanto que pensar en volver supone un auténtico quebradero de cabeza… el mundo está muy lejos, el de verdad… y, mientras tanto, sientes que te han puesto una tirita enorme…

… lo que es vivir, sentir esto… respirarlo… sin grandes pretensiones… con humildad, con una taza de café… sin necesidad de hacer nada… tan sólo estando… sin más…

Siempre tengo palabras para todo... para explicar, para diseccionar, para argumentar... y, sin embargo, en este caso tan sólo puedo describir...

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