viernes, 26 de diciembre de 2008

El placer es mío

Placer: 1. Goce, disfrute espiritual. 2. Satisfacción, sensación agradable producida por la realización o suscepción de algo que gusta o complace. 3. Voluntad, consentimiento, beneplácito. 4. Diversión, entretenimiento.

He de reconocerlo: me he hecho fan del club del hedonismo doméstico… supongo que será un efecto secundario del tiempo libre, no lo sé… pero lo cierto es que últimamente me he dado cuenta de las pequeñas cosas que, en condiciones normales, no tenemos en cuenta… pequeños detalles del día a día que te hacen tener sensaciones por las que un mal día, del tipo que sea, merece la pena… si no es magia, lo roza… momentos absurdos que, sin embargo, nos hacen sonreír… son pequeños artes que no se contemplan y que, sin embargo, son los que todos podemos practicar…

Tengo que confesar que me he enganchado al arte de la ducha… sí, tal cual… he descubierto que, pese al impacto ecológico del gasto de agua, esas duchas con agua caliente largas son un pequeño momento de delirio personal… te plantas, enchufas el agua… vas subiendo la temperatura… y simplemente, te quedas ahí… con la cabeza en blanco… hasta parece que la música que suena está elegida para ese momento… una banda sonora perfecta… y ese gel que compraste por equivocación, fíjate… ya te huele hasta bien… es curioso cómo funciona la mente a veces… cómo somos capaces de darle la vuelta completa a un día con cosas tan pequeñas… es como estrenar las sábanas recién puestas… te sumerges en ellas sintiendo el ya levísimo olor del suavizante… la sensación de novedad… esa noche parece que hasta duermes mejor… no te hace falta más…

Otra de las cosas que me producen un inmenso placer mental es mirar por esta ventana… tumbarme en el sofá… y ver cómo atardece, cómo el cielo de Madrid se pone naranja y da paso a la noche más oscura… a veces, me paso horas viendo la luna pasar… entra por la ventana de la izquierda y, horas más tarde, se despide por la de la derecha… sea lo que sea en lo que pienso durante ese tiempo, no lo puedo contar… únicamente sé que me provoca una sensación de bienestar absoluta… la misma que mis cigarros artesanales… el arte de colocar el tabaco, la boquilla… liar el papel... encenderlo y dar la primera calada me reconforta… permite que mi cabeza se duerma y mi alma vuele… lo disfruto, simplemente… la piel de Paula también me permite soñar… ese olor a bebé, a inocencia… a estar a salvo… a sonrisa y alguna lágrima… esa sensación de verla descubrir el mundo… esas ganas de encontrar cosas nuevas… su mirada limpia, vírgen… amable… maravillosa, simplemente…

Disfrutar de una cerveza fría en casa… sola… con música… escribiendo… leyendo… manteniéndome en silencio… maravilloso silencio… es un auténtico lugar de refugio ahora mismo… para ordenar pedazos… para pensar con claridad… para sentirme libre, libre de verdad… es curioso… existe una delgada línea roja que separa el placer del dolor… llegar al umbral es mucho más sencillo de lo que se cree… y, sin embargo pese a todo, a veces la traspasamos siendo conscientes... deseándolo...

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