viernes, 26 de diciembre de 2008

Night fever

Me encantan las noches… creo que en otra vida fui un búho… me encanta la oscuridad que veo desde la popa de esta barco pirata… me gusta ver las ventanas encendidas de mis vecinos… unas ventanas que te permiten mirar otras vidas, aunque sólo sea brevemente… el plasma del salón del edificio de enfrente… el fotógrafo que, recientemente, he descubierto saca al menos un carrete de fotos de cada atardecer de Madrid… veo su flash, lo cuento… lo observo… me encanta mirar por esta ventana, aunque sólo sea para ver el horizonte de edificios de Madrid… me encanta escribir cuando fuera reina la noche...

Ventanas blancas y un edificio en construcción me vienen a la mente… no me disgusta la vista, pensé cuando miré… ahora simplemente da lo mismo… he cerrado esas ventanas ya… y ahora las mías son estas que me abren al cielo de Madrid aunque no sepa por cuánto tiempo… cuando atardece, la luz a veces es morada… se ven sombras en los tejados mientras el cielo simplemente se tiñe… me gusta observar ese cambio de luz… me gusta tumbarme en el sofá con la luz apagada a mirar, simplemente, cómo pasa la luna… compruebo que, pese a todo lo demás, el movimiento de rotación sigue en marcha… el mundo no se ha parado, constato… y sonrío…

Me gustan las noches que no se premeditan… esas que surgen, sin más, y se convierten en una aventura… con alguna amiga… con un recién estrenado compañero de piso… con desconocidos… con extraños conocidos… pero sobre todo, con muchas ganas de vivirla… la noche ampara incluso a las almas rotas… permite ponerles papel de celo… los sujeta, aunque sólo sea para un rato… e incluso, muchas veces, las ayuda a pegarse… a volver a su lugar… las noches de lunas rotas se quedaron atrás… es curioso, ahora incluso las disfruto… disfruto de la conversación con una copa… con la música, aunque no me guste, porque me hace no parar de moverme… con las vidas de unos y otros… los retales de una existencia en pequeñas dosis… sonrisas… bromas… historias… nocturnidad y alevosía, sí… a veces, incluso, sin siquiera salir de casa… una botella de licor café lo soluciona todo… creo que he perdido muchas noches... demasiadas... y, aunque el tiempo no se recupera, de alguna manera sí se hace...

Y en breve, en tan sólo 5 días, llegará esa noche mágica que esperas todo el año… esa en la que la vida parece terminarse y comenzar una nueva… 365 días más delante para reinventar… para empezar y, sobre todo, para terminar… la de este año será distinta… pero se augura que no sea ni mejor ni peor que las anteriores… únicamente distinta, algo que no es sinónimo de malo… esta cuenta atrás me ha dado fuerza… quizás, haya vuelto a encontrarla y haya decidido volver a quedarse a vivir conmigo… por eso puedo estar en esta nube azul… con esta extraña calma que me permite respirar hondo y sonreír… con esta sensación de paz conmigo misma…

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