lunes, 15 de diciembre de 2008

A veces...

A veces las respuestas más simples son las más eficaces… las más contundentes… un “sí” puede cambiarte la vida… y, si no de manera definitiva, sí a corto plazo… jarabe de sonrisa que se llama… ese que es gratis, sano… y además fortalece la mente…

A veces nos complicamos la vida con historias que se nos escapan… nos sentimos presa de los compromisos emocionales… de las ataduras mentales que nosotros mismos tensamos en su día… y sin embargo, un día cambias la mirada… y te sientes libre, por fin, de todas ellas… el más libre es quién menos miedo tiene…

A veces cambiamos el rumbo de nuestra historia con pequeños gestos… pequeñas victorias personales que dependen de cada uno de nosotros… sí, lo acepto… yo he perdido muchas, pero comienzo a ganar otras mucho más importantes… más cruciales…

A veces un simple tropiezo nos hace caer de bruces contra el suelo… otras, sin embargo, puede convertirse en una sonrisa maravillosa… en un momento sólo para ti… en algo que te haga ver el día de otra manera…

A veces sólo tenemos que mirarnos… prestarnos atención… ir más allá de la mirada crítica… encarar ese espejo con unos ojos distintos… de otra manera… limpiando hasta el último centímetro de piel del pasado… de las plomadas… del olvido…

A veces una simple decisión cambia el rumbo de una aventura… y nunca sabemos si es para mejor o para peor… quizás precisamente la gracia sea descubrirlo… con tiempo, con calma… experimentando con las sensaciones… colocando las últimas piezas del puzzle en su lugar…

A veces necesitamos tocar el fondo de la piscina para saber que podemos coger impulso hacia arriba… que, antes o después, sacaremos la cabeza del agua… y sentiremos en los pulmones la satisfacción de volver a sentir aire… aire… vida…

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