domingo, 29 de marzo de 2009

La maldición del mes de marzo...

Cuando llega la madrugada de este penúltimo día del mes maldito, suspiro aliviada… marzo se acaba… cinco letras, 31 días… 744 horas en las que, por el motivo que sea, la vida decide pegarte con una paellera en la cabeza desordenando todo lo que ocurre alrededor… sí, te descoloca… con noticias de todo tipo… raras, malas, extrañas y, de manera excepcional, jodidamente buenas… marzo es así, una caja de sorpresas… de esas que, por narices, un mes al año te toca abrir… y de la que puede salir, como en el caso de Pandora, casi cualquier cosa…

Hasta hace poco, creía que esta maldición del mes de marzo de cada año era algo casual… sin embargo, cada día más, estoy convencida de que por algún motivo misterioso este mes es obligatoriamente así… quizás sea porque es el mes de transición entre el frío y el calor… los días en los que parecemos desembarazarnos del invierno para entrar en la primavera… toca adelantar el reloj, tenemos días extrañamente soleados en los que la gente se vuelve loca y se atreve incluso a ponerse sandalias… nos descolocamos, nos enloquecemos… pero, sobre todo antes de llegar el día 1 del mes, toca desempolvar el capote… sí… marzo es un mes para torearlo, lidiarlo y si te dejan darle una estocada… puede que, provisionalmente, creas haberlo matado… pero renace como un zombie cada año…

A la gente le da por la astemia y parecen haberlos desinflado como globos… no tienen ganas de hacer nada, están curiosamente tristes… por algún motivo extraño, es uno de los meses en los que parece venirte encima la avalancha de los divorcios… a todo el mundo le da por dejarlo, por discutir, por engañar a su pareja… coño con el mes… no hago más que escuchar este tipo de situaciones alrededor… la parte positiva de estar sóla es que estas cosas no te pueden pasar, me río para mí misma… además, es el mes en el que los expedientes paranormales más curiosos del planeta se suceden… sí, pasa de todo… caderas rotas, príncipes convertidos en sapos verrugosos… puntos verdes que parecen marearnos las retinas… novias perfectas que, de golpe, dejan de serlo… novios añejos que aparecen para hacer su función en esta vida y echarle el telón a tantas cosas… pasados perdidos que, de golpe, se reencuentran en un banco de San Bernardo… embargos que, pese a todo, no te quitan la dignidad pero sí te las hacen pasar putas... cárceles personales que viven pendientes de una carta… la cuenta atrás de un mes que, por lo que sea, parece destinado a desequilibrar los cimientos de la vida de cada uno… todo lo que puede salir mal, sale mal... curiosamente... es un fenómeno digno de estudio... y, cuando crees que nada más puede sorprenderte, llega marzo a joderte los esquemas y demostrarte que el circense "más difícil todavía" siempre es posible...

Marzo se acaba, me digo… por lo que sea, me alegra saberlo… y, por lo que sea, tengo un buen presentimiento con toda esta época… incomprensible, sí… quizás porque pese a todas sus rarezas, he vivido este mes con precaución y sin sobresaltos que me hayan desquiciado... tambaleado, sí... o quizás porque tengo un año por delante antes del próximo marzo maldito… no sé cómo se quita del calendario, estoy tratando de enterarme… sólo sé que, pese a todo lo de alrededor, lo he sobrevivido… y eso, con todo, es mucho…

2 comentarios:

Logos Comunicación dijo...

Totalmente de acuerdo! Marzo Sucks!

Fátima dijo...

Dios mío!
Cómo has llegado desde el otro lado del mar a este rincón mío del mundo???