jueves, 8 de enero de 2009

Supervivencia navideña, marrones y otros dolores de enero

A estas fechas que estamos ya puedo decirlo: he logrado sobrevivir a la Navidad… de la mejor manera de todas, de la más sencilla… pasando olímpicamente de todas estas citas, fechas y fiestas inventadas… de ese buen rollo que tiene que haber por decreto… de tanto compromiso y tanta cosa… sí, este año lo decidí… rebelarme contra este invento anual que nos deja un par de kilos de más, menos pasta en la cuenta y un toque de absurda melancolía… sí, qué le vamos a hacer… aunque tengas ganas de hacer un grupo en Facebook de “Odio la Navidad”, lo cierto es que a todos nos toca de alguna manera la fibra… es inexpugnable su poder… siempre tiene un pequeño don para ponernos un poquito tristes…

Así que la Navidad comenzó con lo de todos los años… con esa cena familiar que este año tocó acompañar con Rafael… tanto diente postizo y tanta mueca me ponen nerviosa… pero ese conjunto tiene un poder fascinante sobre mi abuela… la rubia… esa que cada día está más mayor físicamente y que siempre, siempre me hace la misma pregunta… al menos para rescatarme de ese momento, apareció Miguel Bosé… “mi hombre”, como tantas veces he escuchado, me sacó de la pompa navideña… gracias, bandido… Navidad transcurrió con normalidad, sin disturbios –para variar- y con mucha calma… su noche fue un encuentro en la tercera fase que me reservo para mis ratos de pensar… y a la de ya llegó el 31, por fin… una noche de farra con mi hermana… una noche loca para despedir un año que nunca más existirá pese a existir… hasta ese momento, había logrado rebelarme contra todas las tonterías… y lo que era todavía mejor, mi familia lo aceptaba como parte de esta cuerda locura… sí, lo estoy… pero quizás es lo que me toca ser ahora mismo…

El bache más complicado de vivir fueron los Reyes… y sin embargo, lo superé… mientras la gente corría por León como loca buscando regalos, yo iba a contracorriente… paseaba por la ciudad rodeada de gente sin mirar escaparates… sin volverme loca entrando en las tiendas… tomando café en los sitios que me gusta… escribiendo cartas imaginarias con toda la tranquilidad del mundo… sentándome a mirar la Catedral por la mañana, Botines con su videoarte proyectado en la fachada por la noche… buscando un parque en el que recluirme a -2 grados simplemente por disfrutar de ese frío… y sobre todo, permanecer ajena a todo ese ruido… lo logré… y os aseguro que esa sensación de no formar parte de esa locura me gustó… música en los oídos y un ritmo diferente al del resto del mundo… ellos se mueven, yo simplemente me dejo llevar… con la mañana de los regalos, llegó el marrón… nunca le dejes a tu padre un teléfono táctil como el iPhone… los fantasmas del pasado volvieron a tirarme de los pelos en el presente… cosas que pasan… la misma torpeza de unas manos mayores tienen las de una mano joven cuando caen en el error de deshacerlo enredándolo más… cayendo en los errores arcaicos de poner las cartas sobre la mesa… pero pasó, y forma parte de esta extraña Navidad… la primera o la última, según cómo se mire…

Esta mañana le he dicho oficialmente adiós a esta enfermedad anual que me toca vivir… ya he comentado en casa que, para el próximo año, pretendo emigrar a Marte durante estas fiestas… no sé si lo conseguiré, pero os aseguro que me encantaría… porque si algo malo tienen es que remueven, muchas veces, aquello que has logrado colocar en un cajón del alma… y yerras, creyendo por error que sentir es así… lo malo es que, a veces, la sacudida es mucho mayor de lo que creías… sucede, sí… aunque sólo sea a veces…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Neni, lo mejor que puedes hacer es deshacerte de ese iphone...valdrá una pasta pero es un coñazo, y por favor! aléjalo de tu padre, ese aparatejo que te has comprado es demasiado sensible para dejarlo suelto...
Por lo demás, bendita la Navidad pasada! ya está, superada..Ahora según lo previsto, borrón y cuenta nueva ;-). De momento tu proximo proyecto, es una idea muy buena y te vendrá muy bien. Ya verás cómo este año será mejor, nuevas aventuras te esperan y serán buenas lo verás y yo estaré ahí para ser testigo, como siempre, aunque sea vía Movistar.

Besitos Norteños...y congelados!!!